El misterio de los apartamentos Miraflores. El joven eslovaco que el domingo cayó desde un tercer piso de ese edificio de Santa Ponça había encontrado, el día antes, a un amigo con un fuerte golpe en la cabeza. Este hombre murió horas después y ayer la autopsia desveló que pudo ser agredido.
Jan Masday, de 27 años, y Salvador Gutiérrez, de 52, tenían sendos apartamentos en el mismo complejo de la avenida Ramón de Moncada. El primero residía allí y el segundo lo estaba reformando porque quería alquilarlo. El sábado, la mujer de Salvador presentó una denuncia porque hacía horas que no sabía nada de él. Poco después, Jan acudió hasta el apartamento de su amigo, según su versión porque aquél se había comprometido a encontrarle un trabajo.
Allí se encontró a Salvador tendido en el suelo, con un fuerte golpe en la cabeza, y corrió a pedir auxilio. Una ambulancia se desplazó hasta el domicilio, y la Guardia Civil se hizo cargo de la investigación. El eslovaco explicó lo ocurrido en el cuartel y después quedó en libertad. El herido ingresó en Son Dureta, en estado muy grave.
Suicidio
El domingo, al día siguiente, a las tres de la tarde, Jan saltó de un tercer piso en ese complejo de apartamentos. En un principio se especuló con que hubiera intentado saltar al interior de la piscina, y hubiera errado el salto, pero ahora todo apunta a que se quitó la vida de forma voluntaria. Había discutido con su novia italiana, con la que al parecer había roto la relación, y estaba muy bajo anímicamente.
La gran incógnita surgió ayer, cuando la autopsia desveló que el golpe en la cabeza de Salvador era compatible con una agresión con un objeto contundente. En Son Dureta, el médico que le había examinado había apuntado a que estaba en ese estado por un «síncope cerebral», sin relación en principio con un golpe intencionado. Tras su muerte, la situación se ha complicado y la Policía Judicial de la Guardia Civil baraja la posibilidad de que fuera víctima de un homicidio. El papel en toda esta historia de Jan no está demasiado claro, pero lo que llama la atención es que el joven eslovaco se quitara la vida al día siguiente de encontrar a su amigo y vecino moribundo, y horas antes de que éste falleciera en Son Dureta.
Ayer los investigadores regresaron a los apartamentos de Miraflores y se entrevistaron con algunos vecinos, en busca de datos sobre los dos casos.
Crítico
El eslovaco, por su parte, sigue hospitalizado en la UCI de Son Dureta, con pronóstico crítico. Fuentes sanitarias indicaron ayer que sufría una lesión medular, ya que se fracturó el cuello al estrellarse contra el suelo, y un traumatismo cráneo encefálico. Los médicos no son muy optimistas con su estado y las próximas horas serán cruciales para su recuperación. Una de las claves del caso sería que los agentes pudieran tomarle una segunda declaración al herido, pero dado su estado es bastante improbable que se pueda hacer, al menos a corto plazo.
Hoy está previsto que la Policía Judicial realice nuevas gestiones en Calvià para tratar de aclarar la conexión entre la muerte de Salvador Gutiérrez y el posterior suicidio de Jan Maszay. La novia de Jan seguía ayer en los apartamentos de Ramón de Moncada, muy afectada por los trágicos acontecimientos.