Un intoxicado, cuatro hectáreas consumidas, caos circulatorio y alarma en el polígono Son Valentí. Esas son las consecuencias de un incendio de rastrojos que se declaró ayer junto al torrente de sa Riera, a pocos metros de la planta impresora de este diario, y que también se acercó a la gasolinera próxima a la rotonda de Coronel Beorlegui.
De acuerdo con los datos facilitados por el 112, el incendio se inició minutos después de las dos de la tarde, junto al cauce de sa Riera y en un enclave frecuentado por chabolistas rumanos, que han montado su campamento clandestino en las inmediaciones. Las llamas se propagaron con gran celeridad por rastrojos y descampados de hierbas secas, mientras los servicios de emergencia de ponían en marcha. En total acudieron al polígono de Son Valentí cinco unidades de los bomberos de Palma, tres del Ibanat (Instituto Balear de la Naturaleza), ambulancias del 061, un helicóptero y una avioneta, que combatieron las llamas desde el aire, con descargas de agua.
Un varón de mediana edad resultó intoxicado y tuvo que ser atendido por los servicios sanitarios. El tráfico también se resintió seriamente y se produjeron colas de consideración en la calle General Riera, donde uno de los carriles fue cortado, en las principales vía del polígono de Can Valero y de Son Valentí y en la rotonda del cementerio de Palma.
También la vía de cintura, a la altura de la salida de sa Vileta, el caos fue considerable, ya que muchos conductores aminoraron la marcha para ver en acción a los servicios aéreos, que volaban a baja altura con descargas continuas. La humareda que se levantó en Son Valentí también fue detectada desde casi toda Palma, por lo que los servicios de emergencia se vieron desbordados por llamadas telefónicas de particulares.
Tres horas después de iniciarse el siniestro, los bomberos consiguieron extinguir por completo las llamas, que quemaron unas cinco hectáreas. El de Son Valentí no fue el único incendio de rastrojos ayer en Palma: otros ocho siniestros obligaron a los bomberos a intervenir de urgencia, aunque ninguno de la gravedad del registrado en el polígono.