Algo más de medio millar de personas se congregaron en la noche de ayer para rendir homenaje a Lourdes Morro Mas, la montañista fallecida en la India.
El acto tuvo lugar en el patio interior del colegio público Melcior Rosselló i Simonet, de Santa Maria. En dicho centro escolar la fallecida impartió clases durante más de 13 años.
En un acto sencillo, pero cargado de sentimiento y muy emotivo, los centenares de asistentes recordaron la figura de una mujer «alegre, simpática, bromista y muy deportista», como la definieron sus amigos.
El homenaje se dividió en tres grandes bloques. En el primero, todos aquellos colectivos o agrupaciones en los que Lourdes Morro había estado vinculada expresaron sus sentimientos y dirigieron unas palabras llenas de ternura y emotividad. Representantes de su grupo de amigos más íntimos, profesores de los centros donde impartió clases, el grupo de montañeros con los que realizaba las salidas y excursiones, la colla de dimonis de la que formaba parte y, finalmente, una de las intervenciones más aplaudidas y esperadas, el profesor e investigador Guillem Morro (padre de Lourdes). El padre, visiblemente emocionado, recordó la alegría que supuso para él y su mujer haber concebido a Lourdes. «Ella siempre quiso ser profesora. Los niños eran su debilidad. Su madre siempre la reñía porque se pasaba horas y horas en el colegio a pesar de que los alumnos ya se habían marchado. Después de un duro curso escolar se marchó de viaje con su pareja y...», añadía Guillem.
Después de la intervención de su padre, llegó el turno de los dimonis y una colla de tambores rompió por instantes el clima de silencio y reflexión.
Al final, todos los asistentes tuvieron la oportunidad de dar el pésame a los familiares. Un coro y la proyección en una pantalla gigante de las mejores imágenes de Lourdes Morro acompañaron en todo momento el acto de condolencia.
A la entrada del recinto escolar se instaló un libro de condolencias y dedicatorias donde los asistentes podían expresar sus sentimientos. «Lourdes Morro era una gran amante de los deportes y la naturaleza. Ha fallecido en su mundo», comentaban sus amigos más íntimos.
María de Lourdes Morro Mas falleció a los 33 años de edad en Sumdha Chenmo, Ladakh (India).