Pep Toni Far y Juan Gabriel Moyá, los dos bomberos heridos en el incendio de la calle Andreu Feliu, han sido dados de alta esta mañana. Los bomberos han sido aplaudidos por amigos y familiares que les esperaban a su salida.
Ayer, tras ser visitados por la doctora, ambos profesionales fueron informados que durante la jornada de hoy recibirán el alta médica. «Me ha dicho el médico que mañana (hoy para el lector) me puedo marchar a casa. Cada día me limpian las heridas y me ponen una pomada especial. Ahora tendré que venir cada tres días para hacerme las curas, pero ya abandonaré el hospital», afirma el sargento Pep Toni.
Durante la jornada de ayer fueron visitados ayer por la mañana por varios agentes del Grupo de Homicidios del Cuerpo Nacional de Policía. Los policías se entrevistaron por espacio de una hora y media con los dos bomberos, quienes explicaron con todo tipo de detalles cómo se produjo el derrumbe.
Los responsables del caso tomaron declaración a los dos profesionales para tratar de avanzar en la exhaustiva investigación de los hechos y esclarecer lo ocurrido.
Uno de los momentos más emotivos se vivió en torno a las dos de la tarde. Fue cuando la familia al completo de Alejandro Ribas Millán, bombero fallecido, se personó en el centró hospitalario y realizaron una visita a los que fueron los compañeros de Alex. Instantes después, otro de los grandes héroes, el agente de la Policía Local, Dani Ferrer, abandonaba el hospital, no sin antes despedirse de los bomberos.
Licencia de apertura
Desde el gabinete de comunicación del Ajuntament de Palma se confirmó que el bar 'Jamón Jamón', local donde se produjo el incendio, disponía de la correspondiente licencia de apertura. Las mismas fuentes también apuntaron que, unos meses antes, el establecimiento había sido expedientado por un tema menor que hacía referencia a un letrero exterior. El citado local, en el año 2006 y ante una gran cantidad de denuncias vecinales fue clausurado, pero poco después y bajo una nueva dirección abrió nuevamente.
Por otra parte, los facultativos y responsables sanitarios que atendieron a las víctimas del incendio, han explicado a Ultima Hora las causas por las que Alejandro falleció y el resto de compañeros resultaron heridos. «La gran cantidad y calidad del humo que se produjo en el incendio era de un color verdoso muy inusual. Hay que decir que las alarmas de monóxido de carbono indicaban niveles de 220 partes por millón cuando lo normal está reflejado en 60 partes por millón. Además, lo peor era el otro componente de los gases. Se trata del ácido sulfhídrico, es decir un componente muy tóxico destructor de células. Su efecto es muy destructivo y venenoso», relatan los expertos.
«Además hay que decir que a Alex, una vez fuera, le administramos un tratamiento para intentar paliar los efectos mortales del gas pero no reaccionó. Además, también desconocemos el tiempo que llevaba en parada cardiorrespiratoria», concluyeron.