La familia de Ana Niculai agradeció ayer públicamente el apoyo recibido de todo el pueblo mallorquín, las numerosas muestras de condolencia recibidas por el trágico suceso, la labor que están llevando a cabo los medios de comunicación, las aportaciones de ciudadanos anónimos y, «sobre todo, mostrar su agradecimiento al Grupo de Homicidios de la Comandancia de la Guardia Civil de Palma por sus rápidas y exitosas indagaciones, y a las demás Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, por la intensa búsqueda del sospechoso del asesinato de Ana que ha culminado con su detención».
Ioan Niculai, hermano de Ana y Aurelio Vieites, novio de la joven rumana, comparecieron ayer tarde ante los medios de comunicación, acompañados por el abogado y portavoz de la familia, Francisco López Hinojosa, el cual leyó un comunicado en nombre de la familia, en especial de sus hermanos y sus padres y su pareja.
Fracaso
El portavoz de la familia manifestó: «La identificación del sospechoso, su búsqueda y detención han sido un enorme éxito policial. Pero desgraciadamente en tan importante labor y resultado no podemos ver un éxito, sino más bien todo lo contrario, ha sido un fracaso del sistema».
Al respecto, el abogado agregó: «Nuestro sistema había reconocido ya como un delincuente peligroso a Alejandro de Abarca, un delincuente con múltiples antecedentes policiales y judiciales, un individuo sometido a la vigilancia de los órganos penitenciarios y de asistencia social, y pese a ello no ha sabido reinsertarlo ni prever su peligrosidad. Por tanto, no podemos más que concluir que el sistema penal español es un fracaso».
Según la familia, «dotamos de medios policiales la persecución de delincuentes, pero después no tenemos normas que nos permitan tener alejados de la sociedad a peligrosos individuos». El abogado López Hinojosa utilizó un símil de la medicina para detallar esta afirmación, e indicó que «tenemos un sistema penal español que se dedica únicamente a tratar enfermedades, sin que se preocupe de prevenirlas ni de curarlas».
Acerca de las dudas e hipótesis que rodean el asesinato, la familia afirmó que «Ana Niculai se merece que se esclarezca lo que sucedió el lunes y también se merece que se depuren responsabilidades, porque nuestro sistema ha permitido que un asesino acabe con su vida».
Incomprensión
La familia muestra su falta de comprensión a que un individuo como Alejandro de Abarca, «de extrema peligrosidad, pueda gozar de permisos o se encuentre en un régimen de libertad que permita que cometa actos como los que ha cometido». «Los responsables han consentido ponernos a todos los ciudadanos en peligro», añadió la familia. Por ello solicita que se cambie el sistema para evitar otras tragedias y se pregunta «¿cuántos muertos más necesitan nuestros responsables políticos para escuchar lo que el pueblo desde hace tiempo que le viene pidiendo a gritos?».
La familia indicó que a partir de la puesta a disposición judicial del presunto asesino, esta mañana, se inicia otra fase, la de instrucción judicial. La familia se persona como acusación particular y solicitará el ingreso en prisión sin fianza de Alejandro, por el alto riesgo de fuga y la reiteración delictiva.
El novio de Ana, a preguntas de los periodistas, indicó que ella nunca le comentó nada ni tenía conocimiento de indicios que pudieran relacionar a Alejandro de Abarca con ella. Al respecto, afirmó creer que el encuentro fue casual, tal y como apunta la investigación. «Creo que igual que le tocó a ella le pudo tocar a cualquiera y en este caso fue Ana y nada más», dijo Aurelio.
El hermano de Ana dijo que están a la espera de poder realizar los trámites para repatriar el cadáver de la joven a Rumanía y enterrarla en Timisoara.