La Audiencia de Palma ha condenado a 25 años y medio de cárcel a cinco personas -dos ingleses, un canadiense, un estadounidense y un alemán- por haber estafado mediante un centro de llamadas a 35 personas, a las que deberán indemnizar con 4,7 millones de libras esterlinas (5,6 millones de euros).
La Sección Segunda de la Audiencia considera responsables de varios delitos continuados de estafa a estas personas, que fueron detenidas en el marco de la «operación Sofía» llevada a cabo en noviembre de 2008 en Palma.
Los condenados estafaron a 35 personas de nacionalidad inglesa a las que vendían, desde Palma y por teléfono, acciones de una inmobiliaria ubicada en Bulgaria por un valor tres veces superior al real.
Estas acciones las vendieron cuando todavía no estaba constituida la empresa y, para ello, utilizaban un centro de llamadas de Palma propiedad de una de las condenadas, Donna Marie M., de nacionalidad inglesa, quien empleaba a entre ocho y quince personas inglesas a las que pagaba 200 euros mensuales y el alojamiento.
Donna Marie seguía las instrucciones de otros dos condenados, Brian James G. -canadiense- y Paul C. -inglés-, que eran los que, según la sentencia, le transmitían la estrategia comercial a seguir, la cual desarrolló entre los años 2007 y 2008, hasta que se produjeron las detenciones.
Los otros dos condenados, Mark Jay B. -estadounidense- y Jan Erick G. -alemán-, fueron los que acordaron constituir a principios de 2007 la sociedad inmobiliaria de la que se vendieron las acciones.
Para esta venta, se contactaba con el potencial comprador y se le informaba de la oportunidad de invertir en Bulgaria, un país del que se destacaba su suelo barato y sus oportunidades para construir, con un gran potencial turístico.
A finales de 2007 se constituyó finalmente la sociedad en Bulgaria con Jan como socio único, cuyas acciones valían 1 leva búlgara y que se vendían por hasta 3,5 levas a los compradores ingleses. El dinero de estas compras iba a bancos situados en Tánger y domiciliados en Gibraltar.
Desde Marruecos se transfirieron a las cuentas de la sociedad 1,2 millones de euros, una parte de los cuales se invirtió en la adquisición de terrenos en Bulgaria.
Sin embargo, en contra de lo prometido a los compradores, nunca se elaboró ningún proyecto de edificación y desarrollo urbanístico en los terrenos de esta empresa.
El precio de estos solares era de 852.330 euros, por lo que solo lo invertido por uno de los afectados (1,2 millones de libras) se supera esta cantidad.
La Audiencia condena tanto a Brian James G. y como a Paul C. a 9 años de cárcel por un delito continuado de estafa, y a Mark Jay B. a 6 años de prisión por el mismo delito .
A Donna Marie M., la dueña del centro de llamadas de Palma, la condena a 8 meses de prisión y a Jan Erick G. a 10 meses y medio de cárcel, ya que ambos llegaron a un acuerdo con la Fiscalía tras confesar los delitos y reparar el daño.
Los cuatro hombres tendrán además de pagar, conjunta y solidariamente, 4,7 millones de libras esterlinas a los 35 perjudicados por esta estafa, en cantidades variables que van de 1,2 millones a 5.050 libras y que fueron las desembolsadas por los afectados.