El Grupo de Atracos del Cuerpo Nacional de Policía está realizando ímprobas gestiones para detener a los dos desconocidos que el lunes por la mañana irrumpieron armados en un área restringida del Carrefour del Coll den Rabassa y robaron 176.000 euros, tal y como adelantó ayer en exclusiva Ultima Hora.
Los investigadores están convencidos de que la banda que organizó el 'golpe del año' tiene un 'topo' en el interior de la gran superficie comercial, de ahí que las gestiones se centren en el círculo laboral. La forma de actuar de la pareja fue la siguiente: entró en el establecimiento con sendos monos de trabajo, y cubriendo parcialmente su rostros con gafas oscuras y gorra.
De ahí accedieron a una puerta de personal, que suele estar custodiada por dos empleados de seguridad. Todo parece indicar que se colgaron del cuello una tarjeta de identificación falsificada, y pasaron el control sin problemas. Después abrieron otra puerta introduciendo los números de seguridad, lo que indica que alguien les pasó la combinación. Esos números se cambian de forma periódica, así que pocos encargados los saben.
Acto seguido entraron por un pasillo, donde una cámara de seguridad sí les grabó parcialmente, y llegaron a un habitáculo, donde sabían que había 176.000 euros. Ese dato es clave en la investigación, ya que se trata de dinero recaudado desde el sábado y muy poca gente sabía que se encontraba allí.
Tras encañonar con un revólver a la empleada, se apoderaron de todo el botín y después huyeron por otra puerta. En el exterior parece ser que les estaba esperando un tercer acólito, al volante de un coche. Su pista se pierde allí.
Con todos los detalles en poder de los investigadores, resulta obvio que alguien «de dentro» ha vendido información privilegiada a una banda de delincuentes, que llevaba un tiempo planificando el palo y esperaba que se actualizara la información para asegurar el botín.
Investigan si hubo un 'topo' en el robo de los 176.000 euros en un centro comercial de Palma
Javier Jiménez-Julio Bastida |