La plancha metálica de uno de los techos del parking salvó la vida a un vecino de la calle Son Gibert de Palma, que se precipitó desde la terraza de su cuarto piso poco después de la medianoche de ayer. Varios vecinos y vecinas escucharon un fuerte estruendo y dieron la voz de alarma. En breve se personaron en el lugar efectivos policiales y varias ambulancias para auxiliar al varón. No obstante, su sorpresa fue que el varón apenas había sufrido unos rasguños y se encontraba en buen estado de salud. Entre los residentes de ese edificio y el personal de los servicios de emergencia no paraba de repetirse el tópico, no exento de verdad, de que el varón «había vuelto a nacer» o estaba «vivo de milagro». El hombre, de 38 años, fue trasladado a Son Llàtzer para comprobar si había sufrido lesiones internas, pero el reconocimiento médico las descartó, confirmando el 'milagro'.
El hombre explicó que estaba en el balcón de su terraza subido a una silla realizando un arreglo. Esta silla resbaló porque había aceite en el suelo y él perdió el equilibrio y cayó desde el cuarto piso. Desde la terraza a la plancha metálica del techo del parking donde cayó hay diez metros de altura. El aparcamiento es exterior y está en la parte trasera del edificio.
Los agentes dudaron de la versión rocambolesca ofrecida por el varón y subieron a su domicilio. Sin embargo, en la terraza encontraron que había una botella de aceite caída y líquido derramado por todo el suelo. La plancha metálica que amortiguó el golpe quedó deformada, pero con el sello de haber salvado una vida.
Un hombre cae desde un cuarto piso en Palma y sólo sufre rasguños
El varón, de 38 años de edad, se precipitó sobre la plancha metálica de uno de los techos del párking, que amortiguó la caída y le salvó la vida
G.Picó |