El Tribunal Supremo ha confirmado la condena contra los siete integrantes de un grupo que introducía droga en Mallorca desde Àfrica y que después la distribuía en Palma. Para ello, el grupo llevó a vender la cocaína en una peluquería de es Fortí.
Tres de los acusados recurrieron ante el Supremo las condenas que había impuesto la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Palma. Las penas oscilaban entre los diez y los tres años de prisión para los siete condenados. Al igual que las defensas hicieron en el juicio de Palma, ante el Supremo cuestionaron la validez de las escuchas telefónicas que sirvieron para detener y condenar al grupo. El Alto Tribunal avala la validez de estos pinchazos telefónicos ya que considera que existían indicios suficientes para ordenarlos, entre otros, cita los seguimientos que el Cuerpo Nacional de Policía realizó al grupo para justificar los pinchazos.
El juicio contra la banda en Palma se desarrolló en el mes de julio del año pasado. Las penas más duras son para los dos ciudadanos nigeriano que introdujeron en Palma la droga. Para cada uno de ellos la condena es de diez años de prisión. Uno de ellos había sido sorprendido en el aeropuerto con una maleta que contenía más de medio kilo de cocaína. Junto a la pena de cárcel, también cada uno de ellos, tendrán que pagar una multa de un millón de euros. La policía sorprendió diversas conversaciones desde el móvil de la peluquera. En ellas, él y su novio hablaban con compradores de droga. Éstos pedían distintas cantidades de cocaína utilizando para ello palabras relacionadas con la peluquería para evitar ser descubiertos. Así, en las conversaciones se habla de «calcetines», «camisetas», «medias», «tintes» e incluso «tomates».
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