La Fiscalía ha pedido 23 años de prisión para Santiago del Valle, acusado del asesinato de la niña onubense Mari Luz Cortés en enero de 2008, mientras que para su hermana Rosa reclama 17 años de reclusión.
Según han confirmado fuentes judiciales y ha avanzado la cadena Ser, para Santiago del Valle se piden 20 años de prisión por el asesinato de la niña, mientras que los tres restantes serían por abusos sexuales, y para su hermana serían 17 por el asesinato de la menor.
La niña desapareció de su domicilio en la barriada de El Torrejón de Huelva capital el 13 de enero de 2008 y su cadáver fue hallado en la ría de Huelva 54 días después, el 7 de marzo.
Santiago del Valle fue detenido el 25 de marzo en una parada de autobuses de Cuenca.
La Fiscalía, además, pide sendas órdenes de alejamiento de la familia de la niña para Santiago del Valle y su hermana, de 33 y 27 años respectivamente, todo ello en un extenso informe de 20 folios que recopila las actuaciones que se han realizado desde la detención de ambos.
El escrito es explícito al pedir «la pena de prohibición de residir en Huelva así como de aproximarse y comunicarse con los familiares de la víctima por cualquier medio.
Además de las penas citadas, se reclama, en el apartado de responsabilidad civil, el pago de distintas indemnizaciones a la familia de la niña.
Concretamente, pide el pago solidario de 122.000 euros a cada uno de los hermanos de la niña, «con un incremento del 30 por ciento por la naturaleza de la muerte»
«Igualmente, y en concepto de daño moral añadido, indemnizarán a sus padres y hermanos en 19.000 euros por los días que transcurrieron entre la muerte de la menor y el descubrimiento del cadáver», indica el mismo escrito.
Para que declaren en el juicio, para el que todavía no hay fecha, la fiscalía reclama la presencia como testigos de la directora del colegio al que acudía la niña, el encargado del kiosco al que la niña acudió la tarde en que desapareció o los empleados de CEPSA que descubrieron el cuerpo.
El informe recoge además declaraciones realizadas por los imputados, entre ellas la de la mujer de Del Valle, Isabel García, que «sufrió una crisis de ansiedad y empezó a gritar 'sabía que había sido él, mi marido es un asesino, las botas las traía manchadas de barro cuando llegó'».
Indica además que Santiago del Valle fue diagnosticado de trastorno psicótico en 1994, «psicosis maniaco-depresiva con personalidad paranoide y esquizofrenia paranoide sin ningún ingreso y sin medicar los dos últimos años (...) padece una Parafilia del tipo Pedofilia sin alteración mental grave que deteriore su capacidad de juicio ni su control de impulsos».
Sobre Rosa del Valle indica que «es fría y desconfiada, turbable, perseverante, suspicaz, astuta-analítica-calculadora, autosuficiente y aislada socialmente, demuestra suspicacia y rechazo hacia su familia 'que le ha causado mucho dolor' sin presentar alteraciones de inteligencia-voluntad, y pudiendo discernir la trascendencia y consecuencia de los hechos».
El abogado de Santiago del Valle, Juan López Rueda, ha explicado a Efe que este fin de semana tiene previsto visitar a su defendido en la cárcel, para comunicarle los detalles del escrito."La próxima semana podré hacer una valoración más amplia», ha añadido.