Un trabajador de una residencia de ancianos de Palma ha sido condenado a un año de prisión por provocar en un descuido la muerte de una mujer de 83 años, a la que sumergió en una bañera de agua demasiado caliente. La interna sufrió quemaduras de primer y segundo grado en ambas piernas, glúteos, espalda, pies y brazos. Las heridas, que llegaron a alcanzar un 15 por ciento de la piel de la mujer, fueron la causa principal de la muerte de la anciana, que tuvo lugar dos meses después del accidente. Los hechos ocurrieron en una residencia de Palma en junio de 2007 y el fallecimiento de la mujer se produjo dos meses después, si bien la autopsia acredita que la causa fueron las quemaduras que sufrió durante el baño.
El acusado, un joven de 26 años de edad, que entonces trabajaba como auxiliar técnico de enfermería, reconoció los hechos y aceptó una condena de un año de prisión por un delito de homicidio imprudente. Antes, la acusación particular había retirado los cargos contra el responsable del centro, al que la Fiscalía no acusaba. Eso sí, antes, las defensas se habían comprometido a indemnizar a los familiares de la fallecida con 30.000 euros.
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