La Policía Nacional ha detenido hoy a seis personas integrantes de un grupo organizado dedicado a la captación de mujeres en Bulgaria para obligarlas a prostituirse en un club de alterne que regentaban en el Arenal (Mallorca).
Los detenidos son V.S.K., de 28 años y M.D.N., de 22 años, pareja sentimental del anterior; N.S.K, de 35, y su novia T.Y.M. de 19, todos ellos de nacionalidad búlgara y a los cuales se les imputan delitos de detención ilegal, agresión sexual, asociación ilícita y varios relativos a la prostitución.
Los otros dos detenidos son los que regentaban el local en el que se obligaba a las mujeres a prostituirse, I.Y.G. de 41 años y S.M.L. de 42 años, de nacionalidad búlgara y española respectivamente, acusados de los mismos delitos que los anteriores.
Esta operación policial, denominada «San Valentín», se inició hace unos días cuando los agentes tuvieron conocimiento de la existencia de varias mujeres que estaban ejerciendo la prostitución en contra de su voluntad en esta zona turística próxima a Palma.
Promesas falsas de trabajo
Las investigaciones constataron que, efectivamente, existía una banda que les ofrecía falsos contratos de trabajo para otros sectores y que con esa excusa las traían a Mallorca, donde eran retenidas en un domicilio de la zona de Can Pastilla.
Allí, según informa un comunicado de la Jefatura Superior de Policía, las chicas eran vigiladas constantemente por dos personas, quienes, se encargaban de los traslados diarios de las mujeres al club de alterne del Arenal.
Algunas de estas mujeres han denunciado que incluso eran explotadas sexualmente en sus propios países, antes de llegar a España, donde se les obligaba a realizar favores sexuales a sus captores y también a trabajar en clubes bajo amenazas de hacerlas daño a ellas o a sus familias.
Tanto en Bulgaria como en España, las mujeres tenían que entregar todas las ganancias a sus captores y éstos las repartían al cincuenta por ciento entre ellos y la pareja que regentaba el club de alterne. Si se negaban eran contestadas con amenazas e incluso con violencia física.
Tras realizar las detenciones se procedió al registro del club y el domicilio de Can Pastilla, donde identificaron y liberaron a varias mujeres e intervinieron 1.730 euros, así como diversa documentación relacionada con el caso.