Un drogadicto de Lloseta apuñala en la cabeza a un guardia civil

Un guardia civil fue intervenido de urgencia en un centro hospitalario después de que un toxicómano de Lloseta lo apuñalara en la barbilla y el cuero cabelludo con un destornillador.
Los hechos ocurrieron el pasado sábado, de madrugada, cuando Bartolomé O.P., de 35 años y con antecedentes policiales, se presentó en un bar de la localidad que estaba cerrando. Eran las 3.00 horas y los dos camareros que estaban en el interior -un hombre y un mujer- le comunicaron que no podían servirle nada porque estaban a punto de cerrar. El drogadicto se tomó muy mal la negativa y montó un escándalo.
Se marchó
Poco después, el vecino se marchó y cuando llegó una patrulla de la Policía Local ya no se encontraba en las inmediaciones. Sin embargo, a los pocos minutos, ya sin la policía merodeando, regresó al bar, esta vez armado con un objeto punzante, al parecer un cuchillo.
Los dos empleados se refugiaron en los aseos y se encerraron por dentro. Bartolomé intentó forzar la puerta del baño, pero como no pudo volvió al establecimiento y comenzó a destrozar todo lo que encontró a su alrededor: más de cincuenta botellas de licor, la máquina registradora, una tragaperras y otros efectos del mobiliario.
Los dos trabajadores escondidos pudieron avisar a la Guardia Civil y en cuanto llegó una patrulla el joven escapó del local. No obstante, estaba plenamente identificado porque es un vecino conflictivo de Lloseta y los propios camareros facilitaron la dirección del sospechoso. Los agentes de la Benemérita se trasladaron a la casa, y cuando estaban en la acera Bartolomé los recibió arrojándoles una figura de porcelana. Los dos funcionarios pudieron esquivarla y entraron en la vivienda, donde se encontraron con el drogadicto en un estado de gran excitación.
En un principio, el acusado se calmó, y cuando los guardias pensaban que ya le había pasado el ataque de ira sacó un destornillador de entre sus ropas e intentó apuñalar en el cuello a uno de los guardias, que rechazó la agresión. Acto seguido, se lo clavó en la barbilla y el cuero cabelludo. Otro agente resultó herido en un mano durante la refriega.