La Policía Judicial de la Guardia Civil ha detenido en Inca a los padres de un niño de 11 años de edad que supuestamente había sufrido palizas con un látigo. Los dos acusados fueron puestos ayer a disposición judicial, tras negarse a declarar ante los investigadores.
Los hechos se descubrieron el pasado martes, cuando desde un centro escolar de Inca se pusieron en contacto con la Policía Local para denunciar que un estudiante marroquí de 11 años presentaba un estado físico preocupante, con lesiones en manos y piernas muy sospechosas.
Atendido
Siguiendo el protocolo habitual en estos casos, los agentes trasladaron al niño hasta un centro médico de Inca, donde confirmaron que los golpes y moratones no eran accidentales.
La declaración de la víctima fue determinante para confirmar que eran los progenitores los responsables de las lesiones. El menor confesó que el padre le había golpeado, en más de una ocasión, con un látigo alargado, porque decía que era «un niño desobediente».
Con todos estos datos en poder de los investigadores, el caso pasó a manos de la Policía Judicial de la Guardia Civil, que separó al niño de sus padres, de manera preventiva, y procedió a la detención del matrimonio, que es de origen marroquí. Parece ser que el varón, de forma espontánea y sin la presencia de su abogado, manifestó que en ocasiones era duro con el hijo «para educarlo».
Sin embargo, cuando los guardias civiles procedieron al interrogatorio formal del sospechoso, tanto él como su esposa se acogieron a su derecho de no declarar. Ayer por la mañana la pareja, cuya identidad no ha trascendido, fue trasladada a los juzgados de Inca, en concreto al Juzgado de Instrucción número 5, donde parece ser que sí declararon ante el juez.
Lo que no ha trascendido es la decisión que adoptó la autoridad con respecto a los padres del menor. Los servicios de Menores han sido puestos al corriente de la situación familiar del niño, para que adopten las medidas oportunas.
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