La Policía Judicial de la Guardia Civil y la Policía Local de Llucmajor se desplazaron ayer a un domicilio próximo a la carretera de s'Aranjassa donde había aparecido sin vida un hombre de 60 años. Tras las primeras indagaciones, todo apunta a que la víctima se intoxicó por monóxido de carbono de un brasero.
Sobre las diez de la mañana los equipos de emergencia fueron alertados de que un hombre estaba aparentemente muerto en su casa del camí de Son Perdiuet, y que al parecer lo habían encontrado sus familiares.
Investigación
Los sanitarios confirmaron el óbito y el Juzgado de Instrucción número 8 de Vía Alemania, que ayer se encontraba en funciones de guardia, fue informado de la muerte. El vecino de Llucmajor en cuestión fue identificado como Joan Tomás Comas y la empresa funeraria trasladó su cadáver hasta el instituto anatómico forense, donde en las próximas horas está previsto que se le practique la autopsia.
Los investigadores examinaron el cuerpo sin vida y la vivienda y no encontraron ningún indicio de violencia. En cualquier caso, todo apunta a que el hombre se quedó dormido junto al brasero, que funcionaba de forma defectuosa, y que el monóxido de carbono lo fue intoxicando hasta que finalmente murió.
La autopsia también determinará la hora aproximada en la que sobrevino el óbito.
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