«Fue el peor día de mi vida. Pensaba que me iba a matar. Si no llega a ser por mi compañero, que se enfrentó al atracador, ahora estaría muerta». Éste es el estremecedor testimonio de la joven empleada, de 23 años, que fue brutalmente agredida por un atracador en una estación de servicio en Costa de la Calma, en Calvià.
Los hechos se produjeron el pasado día 14, pero hasta la fecha el sospechoso sigue en libertad y en paradero desconocido y la víctima permanece en un estado anímico y físico muy deficiente.
La chica atiende nuestra llamada. Quiere permanecer en el anonimato porque aún teme por su vida. Visiblemente afectada, nos relata: « Mi compañero estaba en un cuarto hablando por teléfono cuando entró un hombre en la gasolinera. Recuerdo perfectamente que me pidió si le podía llamar un taxi y, cuando me giré, se abalanzó sobre mí y comenzó un recital de golpes. Tenía una piedra en la mano y no cesaba de golpearme en la cabeza y en la cara», añade la joven.
«Al oír golpes, porque el agresor me tiró al suelo y se subió encima, mi compañero salió y forcejeó con él. Tengo que decir que si estoy viva es gracias a que mi compañero fue muy valiente y se enfrentó al atracador. No sé qué quería. Yo le decía que pulsara la tecla F3 (abrir cajón) y que se llevara el dinero, pero que no me golpeara más. Él no cesaba, parece que no buscaba el dinero, sólo quería matarme», añade.
La víctima no duerme por las noches, toma medicación y vive constantemente atemorizada. Tiene miedo de salir a la calle. También denuncia la falta de seguridad de la estación de servicio. «No hay cámaras de seguridad, los servicios están ubicados fuera del recinto y, algunos días, sólo hay una persona de noche», concluye.
La investigación sigue abierta y no se descarta que la detención se produzca en los próximos días.