Al parecer y, según se desprende de los diferentes informes policiales a los que ha tenido acceso Ultima Hora, el operario trabajaba como operario de mantenimiento en el citado cuartel. Aprovechando el libre acceso y la falta de control a la que están sometidos los trabajadores, el varón no dudó en acudir al almacén donde la policía deposita el género incautado a los vendedores ambulantes y, poco a poco, desvalijarlo.
A principios del mes de diciembre, una patrulla de los UII (Unitat d'Intervenció Inmediata) de la Policía Local de Palma, acudió al domicilio del presunto autor de los robos y, en su interior, localizaron un total de 88 relojes, 5 carteras, 51 collares, 6 pulseras, varios trajes de policía, 4 galones de oficial y mayor de la Policía Local de Palma, varias camisas policiales, 6 carnets profesionales de policía a su nombre, 1 bicicleta, diversos pantalones y munición entre otros muchos objetos.
Las pesquisas policiales prosiguieron su curso y descubrieron que el pasado día 28 de noviembre, a las 23.55 horas, en la cafetería Rembrant, en Joan de Saridakis, una patrulla fue requerida porque en su interior había una persona que hacía pasar por policía.
Una vez allí, los agentes fueron requeridos por siete clientes del bar que manifestaron que el sospechoso había entrado en el establecimiento con unos grilletes, mostrando una placa de policía e intentando vender un reloj a un precio muy barato.
Según la policía, los hechos se remontan al pasado día 24 de abril, cuando en la calle Galiana esquina con Industria, los agentes ya tuvieron constancia de que el acusado hizo ostentación de una placa y amenazó a los empleados de una obra diciéndoles que si no se ponían los cascos los iba a denunciar.
El hombre, en su declaración afirma que : «Todo han sido regalos que me han hechos los policías y la bici me la dio Nicolás Herrero».