Dos vecinos del municipio de Llubí han sido sancionados por la Policía Local por perpetrar un ataque contra la casa consistorial.
Los hechos se remontan al pasado mes de julio. Un integrante de un grupo de quintos llamados 'Putos Lloros', realizó una fiesta en una de las calles del pueblo. Fue entonces cuando los miembros del grupo, todos ellos con edades comprendidas entre los 35 y los 45 años, decidieron cambiarle el nombre a la calle y, sin el permiso municipal, encargaron una placa de mármol en la que se citaba textualmente: «Carreró d'En Vila. Puta Lloro. 29 de juliol de 2009» y procedieron a su colocación en la citada calle.
Al tener conocimiento de ello el Ajuntament de Llubí, y cumpliendo escrupulosamente la ley, el Consistorio ordenó a la Policía Local y a la brigada municipal la retirada de la misma al carecer del pertinente permiso.
En la madrugada del pasado domingo, dos vándalos, armados con escárparas y martillos se tomaron la justicia por su mano y acudieron sigilosamente hasta la casa consistorial. Una vez allí, la emprendieron a golpes contra el letrero de la Casa de la Vila, lo arrancaron y se lo llevaron. Al día siguiente, la placa apareció colgada en el lugar donde el Ajuntament había retirado previamente la placa ilegal. Rápidamente se alertó a la Guardia Civil y a la Policía Local de Llubí. En menos de 48 horas, el jefe de la policía del municipio ya tenía identificados a los autores y se procedió a su citación. Tras reconocer los hechos, ambos integrantes de los quintos se enfrentan a una sanción que oscila entre los 750 euros y los 3.500 euros.
Por su parte, Tomás Campaner, alcalde del municipio, transmitió su felicitación a los cuerpos de seguridad por la rapidez con la que resolvieron el caso y lanza un mensaje a todos sus vecinos. «Desde el Ajuntament no podemos permitir bajo ningún concepto que nadie atente contra el mobiliario urbano o la Casa de la Vila. Todos aquellos que realicen actos vandálicos serán sancionados administrativamente por el Ajuntament», concluye.