«La Inspección Técnica de Edificios, que ha previsto el Ajuntament de Palma, no garantiza la estabilidad de los edificios, sino que previene de daños que puedan afectar a terceros», afirmó ayer el decano del Colegio de Arquitectos de Balears, Luis Corral.
Corral afirmó, en primer lugar, que la ordenanza aprobada por el Ajuntament de Palma permite realizar las inspecciones técnicas de edificios a los arquitectos, que destacó son los únicos competentes en caso de tener que dirigir las obras de reparación, pero también se lo permite a aparejadores, ingenieros de caminos e ingenieros industriales, que no están cualificados en esta materia.
En segundo lugar, el decano indicó que cuando el propietario de un inmueble o las comunidades de vecinos encargan un informe a un técnico para tramitar la certificación de la Inspección Técnica y éste les insta a acometer actuaciones costosas, prescinden de sus servicios y buscan otro técnico cuyo diagnóstico sea más barato.
Además, Corral señaló que las inspecciones siempre son oculares, por lo que en muchos casos los técnicos no pueden visualizar elementos fundamentales de la estructura de los inmuebles, de ahí que no puedan garantizar su estabilidad. Puso como ejemplo el caso de un negocio ubicado en los bajos de un edificio con los pilares cubiertos por espejos, para dotar su negocio de una mayor amplitud, y un falso techo que disimule las canalizaciones de aire acondicionado. «En este caso el técnico no podrá visualizar los pilares ni los forjados, por lo que no podrá certificar la fiabilidad estructural de este edifico», afirmó.
Corral destacó por tanto que la Inspección de Edificios de Cort permite en general detectar y solucionar cuestiones que puedan perjudicar a terceros, caso de tejas, balcones o voladizos en mal estado, pero no analiza en profundidad la estructura de los edificios.
El decano del Colegio de Arquitectos, tal y como informó ayer este periódico, afirmó que son los propietarios los responsables del mantenimiento y del buen estado de los edificios, y en ningún caso se puede desviar esta responsabilidad a los ayuntamientos.
El decano consideró que los propietarios de fincas y comunidades de propietarios deberían concienciarse de que son ellos quienes deben velar por la «buena salud» de sus inmuebles. «Si se preocupan por cuestiones estéticas, de carpintería o de cualquier otro tema menor, ¿por qué no tienen en cuenta las estructuras, que es lo más importante?», se preguntó el decano del Colegio.
Respecto al edificio que se desmoronó la madrugada del domingo, Corral recordó que no estaba obligado por su antigüedad a pasar la inspección del Ajuntament de Palma. Afirmó, no obstante, que, en caso de que existieran grietas del tamaño de un brazo, eso indicaría una «total dejadez por parte de los propietarios». Corral afirmó que existen otras posibilidades, como actuaciones mal ejecutadas en el inmueble que no hayan sido declaradas, mientras que descartó que la caída se debiera a que el inmueble estuviera construido con marés.