«No queremos volver a nuestras casas hasta que nos aseguren, por escrito, que no corremos ningún peligro. Estamos cansados de aguantar falsas promesas, pero lo que de verdad deseamos todos es poder volver a nuestras casas con las máximas garantías», afirmó uno de los desalojados de los edificios anexos.
Los vecinos que el lunes fueron desalojados de los edificios próximos al inmueble que se desplomó en Palma afirmaron ayer a los diferentes medios de comunicación que tienen miedo a volver a sus casas porque, «en algunas de ellas hemos visto que han aparecido grietas que antes no estaban».
A las once de la mañana de ayer, en un céntrico hotel, Eberhard Grosske, regidor de Participació Ciutadana i Benestar Social de Cort, se reunió con los 59 desalojados de los seis edificios próximos al que se hundió.
En el transcurso de la reunión, los vecinos expresaron al regidor su preocupación y le plantearon cuestiones individuales que, a medida de sus posibilidades, el responsable municipal trató de solventar.
«Dentro de los nervios y la tensión razonables en estos momentos, hay que decir que la reunión ha transcurrido en un clima cordial. Hemos explicado a los vecinos que mañana (hoy para el lector), los técnicos del Ayuntamiento harán una inspección de los edificios y, en un primer momento, todos podrán regresar a sus casas a última hora de la noche.
Melina Huarcaya, de nacionalidad peruana, vive en el edificio situado frente al que se hundió y ha pasado la noche en casa de unos familiares.
Huarcaya sostiene que «nosotros tenemos miedo de volver a casa. Nuestro edificio es de la misma antigüedad que el derrumbado», concluye.
Por otra parte, los técnicos del departamento de urbanismo del Consistorio palmesano tienen previsto realizar una exhaustiva revisión de todos los edificios desalojados y, a lo largo del día de hoy, emitir los resultados.
Con los informes en la mano, las autoridades decidirán cuándo y de qué manera se realizará la entrada en las viviendas de todos los desalojados.
De la misma manera, los expertos también especificarán las reparaciones o medidas obligatorias que se deben cumplir con la finalidad de reforzar los edificios y velar por la seguridad de todos los afectados.
Los técnicos municipales, durante la tarde de ayer, también desalojaron una nueva vivienda. Se trata de un edificio, sito en el número 2 de la Plaça Serralta, en el que vivían dos familias, en los bajos y en la primera planta. Los mismos técnicos apuntan que el citado edificio tiene problemas estructurales, pero que no están relacionados con el derrumbe.