La causa del derrumbe del edificio de la calle Rodríguez Arias es, a día de hoy, una incógnita a nivel oficial, pero al respecto los expertos trabajan con una serie de hipótesis. Hoy (ayer), no se quiere dar nada por seguro pero, a medida que avanza el día pierde fuerza la posibilidad de una deflagración de gas, mientras que va tomando fuerza la hipótesis de que la tragedia ocurrió a causa de «patologías estructurales no detectadas por motivos que se desconocen».
Ultima Hora conversó ayer con un grupo de expertos, para que opinaran sobre las posibles causas del derrumbe. Todos ellos prefieren el anonimato, «debido a que estamos hablando sólo de hipótesis, puesto que se ha puesto en marcha una investigación al respecto y hora misnmo es muy arriesgado dar una causa por segura».
Los forjados
El primero de los expertos consultados habla de las «patologías estructurales», que por motivos que se desconocen no se habrían detectado en dos paredes de carga del edificio siniestrado. Según esta versión, la pared de carga que estaba situada en la parte de la calle Rodríguez Arias arrastró los forjados que, a su vez, arrastraron a la otra pared de carga y los correspondientes forjados, producièndose el derrumbe.
Esta persona no descarta que los problemas citados pudieron tener su raíz en una cimentación deficiente.
Otro experto consultado habla precisamente de la cimentación «de la que se comenta que pudo hacerse de una forma deficiente, hace 50 años, puesto que se dice que ésta era una zona con el suelo 'aguado' y se tiraron muchos escombros cuando se llevó a cabo la cimentación.
Otro experto, sin embargo, dice que el edificio «hablaba», refiriéndose a las causas del derrumbe. «Parece claro que había grietas -añade-, alguna de ellas importante, y que no se tomaron las medidas oportunas. También, es muy importante lo que han comentado varios testigos, y que se ha podido comprobar al examinar la situación de los escombros. Esto es, que el edificio se derrumbó de arriba abajo». Para esta persona el dato es «muy importante, puesto que nos dice, con un tanto por ciento elevado, que la parte alta del edificio estaba bastante deteriorada por la humedad, con vigas oxidadas...y las grietas que fueron apareciendo, según han declarado algunos vecinos de la calle. Para vmí está clara la causa, aunque prefieron ser prudente y esperar a que se determinen las mismas a raíz la investigación que se llevará a cabo».
Una investigación que asume el Grupo de Policía Científica del Cuerpo Nacional de Policía.
Antigüedad
El edificio siniestrado no había pasado la Inspección Técnica de Edificación (ITE), porque no han pasado los años que se exigen desde su construcción. El dato lo confirmaron fuentes del Ajuntament de Palma.
El edificio se construyó en el año 1948, lo que equivale a decir que tiene una antigüedad de 61 años. Según la normativa en vigor, en 2009 les corresponde pasar la revisión a los edificios que se construyeron hasta el año 1900.
Los vecinos de la calle Antoni Pons, situada en las proximidades de la de la tragedia denun ciaron que existen cuatro edificios desalojados, y apuntalados, desde hace más de cuatro años, y que «nadie hace nada por remediarlo».
Ayer, en la Plaça Serralta, muchos vecinos hablaban de lo ocurrido y entre otros datos comentaban que la semana pasada se pintó la fachada del edificio siniestrado. También se comentaba que en la planta baja, que estaba desocupada, hace unos 20 años que había una lechería, que cerró las puertas al público y nunca más se abrió.