El siniestro de la calle Alós de Palma no es un incidente aislado y puntual en la historia de la Isla. El anterior caso más grave es el más reciente. El 16 de diciembre de 2008 cuatro obreros murieron en Cala Rajada bajo los escombros tras derrumbarse una parte del hotel Son Moll que se estaba reformando. El temporal que sitiaba la Isla y la precariedad de las obras provocaran la muerte de los operarios que trabajaban en una obra que no disponía de licencia.
Dentro de dos semanas comenzará el juicio por el derribo del hotel Tivoli en s'Arenal. Dos trabajadores murieron en el accidente cuya causa pudo ser un problema en uno de los muros de carga del inmueble.
También dos personas fallecieron en 1975 en Palma, en la barriada del Puig de Sant Pere. Antonio, un niño de dos años falleció junto a su madre, María Cortés. Se trataba de una infravivienda que desde tres meses antes del derrumbe, ocurrido el 19 de julio, estaba declarada en ruinas por Cort. De hecho, unos días antes se habían derribado edificios anexos. También resultó herida en el incidente una niña de siete años.
El norte de Mallorca, en la última década, ha sufrido tres derrumbes pero en ningún caso se han tenido que lamentar víctimas mortales. El 1 de julio del 2000, los apartamento turísticos Sunwing Resort ubicados a la calle Minerva del Port d'Alcúdia sufrieron la caída de las paredes laterales del edificio, y dejaron a cuerpo descubierto el interior de uno de los apartamento de la primera planta.
Durante el mismo año, un bloque de doce apartamentos de tres alturas del complejo turístico Picafort Park de Santa Margalida se derrumbaron y en pocos minutos quedaron reducidos a escombros. Los 54 turistas que estaban alojados al bloque de apartamentos salvaron la vida debido a que el siniestro sucedió a las ocho de la tarde cuando estaban reunidos en el hall del complejo turístico.
El caso más grave sucedió el mes de marzo de este año cuando cayó parte del techo de un edificio multi funcional, propiedad del Ajuntament d'Alcúdia, que estaba en construcción. Cinco trabajadores resultaron heridos de diversa consideración pero no hubo ninguna muerte. Las investigaciones apuntan que la causa del suceso fue un error en el apuntalamiento de la estructura.