Los equipos de emergencia que participaron en las labores de desescombro y rescate de las víctimas del edificio derrumbado de la calle Rodriguez Arías de Palma, sufrieron las secuelas del mismo.
Algunos de los bomberos, policías y personal sanitario que participaron en el siniestro precisaron de ayuda psicológica tras realizar heroicamente con su cometido.
«Somos humanos. Estamos habituados a trabajar al límite, pero nunca te acostumbras. Además, las imágenes de la catastrofe han sido horribles. Cuerpos destrozados, dolor, llanto y mucha impotencia», concluyó un representante de los servicios de emergencia. Al final, los héroes, también son humanos.