En la mañana de ayer dio inicio, en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Palma, el juicio contra dos individuos acusados de cometer cuatro robos a mano armada en nueve días, durante el mes de octubre de 2007. Los dos procesados, David A.N. y Eduardo P.B., de 31 y 45 años de edad, respectivamente, están acusados de numerosos delitos, tales como robos con intimidación, detenciones ilegales, hurtos y tenencia ilícita de armas, y el fiscal pide para ellos un total de 80 años y medio de prisión. Concretamente, solicita 41 años de cárcel para David A.N. y 39 y medio para Eduardo P.B.
En su declaración ante el tribunal, Eduardo negó ser el autor de los robos, mientras que David reconoció su participación en algunos de los hechos que se le imputan, pero dijo que no se acordaba de los otros, ya que estaba bajo la influencia de las drogas.
Los delitos por los que David y Eduardo son juzgados ahora se cometieron entre el 19 y el 27 de octubre de 2007, según refleja el escrito de acusación del fiscal.
El 19 de octubre de 2007, a las 22.50 horas, abordaron a una mujer que acababa de aparcar su coche en la calle Jaume Ferran, e iba en compañía de su hijo pequeño. Eduardo portaba una pistola y le arrebató el bolso y le exigió el número secreto de las tarjetas de crédito. David fue a un cajero cercano pero no pudo sacar dinero. Eduardo la obligó a entrar en el coche y fueron a otro cajero. David, por su parte, les seguía en otro vehículo. La víctima y Eduardo entraron en el cajero, donde ella sacó 300 euros, mientras que David esperaba fuera junto al coche y el niño. Después, los dos delincuentes le pidieron a la mujer las joyas que llevaba encima, un móvil, las llaves de su trabajo y de su casa y luego huyeron.
La víctima recordó ayer en el juicio estos hechos, reconoció a los dos acusados como los autores, dijo que no la apuntaron directamente, pero que en todo momento le mostraron la pistola y manifestó que accedió a sus pretensiones «porque tenía mucho miedo de que le pudiesen hacer algo al niño». También aseguró que desde entonces sufre secuelas, tiene muchos problemas para ir sola por la calle, ha tenido que cambiar de lugar de trabajo y vive en un estado de gran tensión.
El segundo robo tuvo lugar en una vivienda de la calle Julián Alvarez, sobre las 23.30 horas del 22 de octubre. Los imputados llamaron al timbre y, al ser abiertos por una de las moradoras, la apuntaron con una pistola en la cabeza, la obligaron a entrar en el domicilio y le exigieron la entrega de todo su dinero y efectos de valor. Una compañera de piso salió del domicilio al escuchar los gritos, cerró por fuera y llamó a la policía. Los agentes acudieron al piso y tuvieron que derribar la puerta, pero los dos sospechosos ya habían huido por el balcón. En este domicilio sustrajeron efectos y dinero, por un importe total de 1.575 euros. El tercer robo lo cometieron el 27 de octubre, sobre las cuatro de la madrugada, cuando abordaron a una mujer que estaba a punto de entrar en el portal de su casa, en la calle Ramón Muntaner. Ambos portaban cascos de motorista y apuntaron a la víctima con una pistola, la amenazaron de muerte y le robaron el bolso y 150 euros.
Posteriormente, esa misma madrugada los dos procesados amenazaron y robaron a una pareja que estaba en el interior de su vehículo en Na Burguesa. También les amenazaron a mano armada, les quitaron dinero, efectos de valor, las llaves del coche y huyeron.