Un juzgado de Palma condenó ayer a siete años de prisión a los cuatro implicados en el atraco de un salón de juegos en la calle Son Cotoner. En enero de este año, uno de los condenados entró en el local en torno a las tres de la madrugada. Allí esperó a que el dependiente del local se quedase solo y no hubiera ningún cliente en el local. Cuando esto ocurrió, salió del establecimiento y avisó al resto.
Al darles la señal, otros dos de los acusados entraron en el salón con las caras tapadas por pasamontañas. Los encapuchados llevaban dos pistolas y una catana. Así armados amenazaron al dependiente y le forzaron a ponerse de rodillas. A continuación se dirigieron al mostrador y a las cajas. De allí obtuvieron un botín de dos mil euros. Posteriormente reventaron cuatro de las máquinas recreativas y sacaron de ellas unos ocho mil euros. También causaron desperfectos por otros 2.800 euros en el establecimiento.
Tras abandonar el lugar, entregaron a la cuarta de las implicadas en el suceso, doscientos euros del botín que habían obtenido. La investigación judicial permitió detenerlos diez días después de que ocurrieran los hechos.
Los cuatro acusados reconocieron ayer los hechos de los que les acusaba la Fiscalía. A cambio, el Ministerio Público reconoció atenuantes para varios de los imputados, defendidos por los letrados Gaspar Oliver, Gabriel de Juan, José María Biarnés y Vanessa Carrasco. Así, la pena para el principal acusado pasó de cinco a un año; para otros dos bajó de cuatros años y seis meses a tres años y medio y dos respectivamente por delitos de robo con violencia. La mujer, acusada de receptación, fue condenada a seis meses de prisión.