El antiguo apartahotel Bahía de Palma, en la actualidad un edificio de 260 apartamentos, registró ayer tarde un voraz incendio que obligó a desalojar a decenas de vecinos del Paseo de Illetes, en Calvià.
Últimamente los residentes se quejaban de que la presión del agua era escasa y no se descarta que esta circunstancia estuviera relacionada con el cortocircuito que se declaró ayer en el cuadro de contadores. En pocos minutos una gran humareda se propagó por ocho de las diez plantas del inmueble y llevó el pánico a la residentes. En aquellos pisos viven entre 300 y 400 vecinos, pero cuando comenzaron las llamas había muchos menos. Unos 40 subieron asustados a la azotea, donde se refugiaron a la espera de que llegara la ayuda. Un helicóptero del 112 sobrevoló la zona, pero no llegó a actuar en el rescate porque «habría sido peligroso», según contó el conseller de Interior del Consell, Joan Lladó. El político siguió la tareas de extinción in situ y se preocupó por el realojo de los varios centenares de afectados. Al cierre de esta edición se barajaban dos destinos para los vecinos que no podían pasar la noche en sus apartamentos: un polideportivo o un hotel del municipio. El humo era muy tóxico y Joan Cifuentes, responsable de los Bomberos de Mallorca, recomendó que ningún residente se acercara en las primeras horas a su casa, porque el riesgo de intoxicación era muy elevado. De hecho, durante las tareas de extinción un cabo de la Guardia Civil, varios bomberos y algunos vecinos sufrieron insuficiencia respiratoria por inhalación de humo y fueron atendidos por ambulancias del 061.
La Policía Local de Calvià también se volcó en el operativo y cortó dos calles, una de ellas la principal de Illetes, para que los equipos de emergencia pudieran actuar con movilidad suficiente. Un perrito murió asfixiado y hasta la noche los bomberos registraron cada palmo del gran edificio por si había personas atrapadas o heridas.