Al menos 32 personas murieron, decenas resultaron heridas y numerosos edificios se desplomaron o quedaron dañados a causa del seísmo de 7'4 grados de magnitud en la escala de Richter que sacudió ayer la isla indonesia de Java.
Unas 5.000 personas han sido evacuadas, los daños a las propiedades son cuantiosos entre casas derrumbadas, fachadas y muros agrietados o caídos y tejados hundidos.
El Sistema de Alerta y Coordinación de Desastres Globales (GDACS) de la Unión Europea apuntó que este terremoto tiene «un impacto humanitario potencial alto» y que ha afectado a una región con una «gran vulnerabilidad a desastres naturales».
El de ayer fue el mayor seísmo vivido en Java desde el ocurrido en Yogyakarta de 2006, que alcanzó los 6'2 grados y mató a unas 6.000 personas.
Indonesia se asienta sobre el llamado «Anillo de Fuego del Pacífico», una zona con gran actividad sísmica y volcánica que es sacudida por unos 7.000 temblores al año, la mayoría moderados.
En diciembre de 2004 un sismo de magnitud 9 grados generó un tsunami que azotó una docena de países bañados por el océano Indico y causó 226.000 muertos, 170.000 en Indonesia.