La Policía Judicial de la Guardia Civil está investigando las circunstancias de la muerte de un inmigrante senegalés, al parecer vendedor ambulante, que apareció fulminado por una descarga eléctrica junto a unos contadores en Magaluf.
Minutos antes de las ocho de la mañana un vecino de la Avenida de s'Olivera descubrió medio cuerpo fuera de la caseta de electricidad y comprobó que el hombre de color no se movía. Rápidamente dio aviso a los equipos de emergencia y hasta esa calle se desplazaron agentes de la Guardia Civil, Policía Local, ambulancias y operarios de GESA, que desconectaron el suministro eléctrico.
Varias horas
El fallecido llevaba varias horas inerte, por lo que se calcula que el accidente le sobrevino a eso de las dos o las tres de la madrugada. Los investigadores reconstruyeron los hechos y llegaron a la conclusión de que el «ilegal» había sido interceptado esa noche en Magaluf, donde precisamente se llevó a cabo una redada contra la venta ambulante. Fue entonces cuando supuestamente regresó a por más género -gafas, cinturones y relojes- que escondía en la caseta de contadores.
El senegalés utilizó una varilla para alcanzar las bolsas, pero un cable le rozó la cabeza y cayó fulminado, por una descarga de 380 voltios. El palo salió propulsado y le arrancó parte del cuero cabelludo.
La Policía Judicial realizó un reportaje fotográfico en el lugar de los hechos y hoy está previsto que se le practique la autopsia al senegalés fallecido, cuya identidad se desconoce.