La Guardia Civil ha detenido a dos marroquíes que secuestraron y torturaron a otro por un asunto relacionado con drogas. La víctima sufrió numerosos golpes, fue trasladado a la fuerza a Andratx y después lo dejaron allí abandonado y malherido.
A las cinco de la tarde del lunes, cuatro magrebíes se presentaron en el domicilio de Inca de la víctima, y cuando aquél abrió la puerta se abalanzaron sobre él y lo redujeron. A continuación lo introdujeron en el coche de uno de ellos y le vendaron los ojos, para que no descubriera a dónde le conducían. El trayecto, según calcula el herido, duró una media hora y después se encontró en una zona arbolada de Andratx, ya de noche, y rodeado por sus cuatro compatriotas.
En aquel paraje, lejos de zonas habitadas, comenzaron a torturarle, mediante golpes y puñetazos, que le afectaron sobre todo la zona craneal, la nariz y una oreja. Luego los agresores se marcharon en el mismo vehículo utilizado en el secuestro y la víctima buscó una carretera, desde la que pedir ayuda. Finalmente se encontró con un taxista y pudo regresar a Inca, sobre las doce de la noche.
La Guardia Civil tuvo conocimiento de lo ocurrido y abrió una rápida investigación para aclarar los hechos. El lesionado fue trasladado al hospital de Inca, donde le apreciaron lesiones de cierta gravedad. Los agentes ya han detenido a dos de los implicados y ayer continuaban las diligencias para localizar a los otros dos marroquíes.
El herido conocía a los cuatro agresores de «negocios» anteriores con ellos y la Guardia Civil tiene la certeza de que se trata de asuntos de drogas.
La hipótesis que barajan los investigadores en el caso del marroquí secuestrado y torturado en Inca es que se trata de un ajuste de cuentas entre narcotraficantes de la comarca. Los agentes creen que el herido tenía información que interesaba a los agresores o bien no cumplió algunos de los compromisos adquiridos con ellos. En el coche le vendaron los ojos.