Un vecino de El Vivero quemó anoche un bar del mismo barrio del que había sido expulsado hace unos días. El dueño del establecimiento echó del local a un cliente que había protagonizado incidente. El propietario tomó esta decisión para evitar problemas, ya que el hombre tenía fama de conflictivo en el barrio. Al salir del bar, amenazó con prender fuego al local. Anoche cumplió su amenaza.
En torno a las dos y media de la madrugada, varios testigos vieron al pirómano en las inmediaciones del bar manipulando litronas y otras botellas.
Cuando la Policía Nacional acudió al lugar, vieron cómo un hombre se escondía a su paso en un portal. Aunque sospecharon de él, optaron por acudir primer al lugar del incendio, en cuya extinción trabajaron los Bombers de Palma. Una vez tomaron declaración a los testigos, los agentes localizaron al sospechoso en esa misma dirección. En la actuación también participó la Policía Local de Palma.
El hombre se había metido en su cama y fingía estar dormido. Sin embargo, estaba completamente vestido y tenía restos de hollín en las ropas y presentaba enrojecimientos en la cara y en las manos, como si se hubiera quemado, por lo que fue detenido. El propio dueño del bar le reconoció como el cliente al que había echado unos días antes.
Los Bombers tuvieron que forzar la puerta metálica del establecimiento para poder entrar. El fuego, que según los Bombers se inició en una zona cercana a un cuadro eléctrico, prácticamente destrozó el local. El dueño, que acudió al enterarse del incendio, tuvo que ser atendido de un ataque de ansiedad. El encargado del bar se quejó ante los servicios de emergencia ya que el ataque había destruído su única fuente de ingresos y, al parecer, carece de un seguro contra incendios.
Agentes de la Policía Científica se desplazaron ayer por la mañana para confirmar si efectivamente el fuego fue provocado.