JAVIER JIMÉNEZ
La alcaldesa de Palma, Aina Calvo, pagó a detectives privados para que espiaran a los policías locales sospechosos de tener un segundo trabajo mientras estaban de baja laboral. La operación, desvelada ayer en exclusiva por Ultima Hora, se inició en el mes de febrero y los agentes vigilados fueron sometidos a seguimientos, inspecciones de sus patrimonios y algunos también fueron grabados en vídeo. Media docena de funcionarios -aunque los investigados han sido muchos más- fueron cazados in fraganti y se enfrentan a una falta muy grave.
El absentismo policial en San Fernando era, en casos concretos, escandalosos, y Aina Calvo decidió que era necesario una investigación en profundidad. Y sobre todo discreta, que garantizara los resultados. Los máximos responsables políticos y policiales del Cuerpo fueron puestos al corriente de lo que se estaba planificando y la siguiente fase fue contactar con los detectives privados que debían llevar a cabo los seguimientos secretos.
Cuando todo el operativo estuvo ultimado, se fijaron «los objetivos», es decir, se repartieron los nombres de los policías locales que estaban de baja laboral, por distintos motivos, y que supuestamente estaban llevando a cabo un segundo trabajo sin autorización. En este sentido, la Ley de Incompatibilidades prohíbe de forma tajante que los agentes de la Policía Local de Palma tengan un «actividad laboral paralela» a la propia.
Seguimientos
Fue entonces cuando los investigadores privados comenzaron los seguimientos, que han cumplido distintos plazos de tiempo, según la dificultad de cada caso. A los sospechosos les han indagado el patrimonio, los han sometido a discretas vigilancias y algunos, los que eran cazados en su segundo trabajo, han sido grabados en formato digital, como prueba irrefutable de sus dobles actividades.