La sentencia impone un año de prisión por un delito contra la seguridad del tráfico en concurso con un delito de homicidio y otro delito de lesiones. En ambos casos la juez opta por la menor condena posible según el Código Penal dado que el condenado carece de antecedentes y prima el principio de «reincidencia». Eso sí, a la hora de apartar al conductor del volante, la juez ha optado por un criterio más duro con una finalidad «preventiva».
El fallo considera probado que el conductor cometió una grave irresponsabilidad al ponerse al volante triplicando la tasa de alcohol permitida para profesionales y tras haber consumido drogas la noche anterior. Así, señala que «resulta evidente que el acusado conducía habiendo ingerido bebidas alcohólicas y cocaína y que dicha ingesta había mermado sus facultades físicas y psíquicas». Además de estas circunstancias, el camionero iba a una velocidad «a todas luces excesiva» cuando cogió la curva en la que volcó.
La sentencia se basa en la confesión del propio conductor, que admitió haber consumido drogas y alcohol y en una decena de testimonios de policías y testigos. En concreto, la juez señala Local declararon que encontraron al camionero con «aliento con olor a alcohol, aspecto desordenado, modo de andar lento y capacidad de expresión incongruente».
Antes del juicio las partes ya llegaron a un acuerdo sobre la indemnización para las dos víctimas: 324.000 euros para la mujer que perdió una pierna y 145.000 para la familia de la fallecida.