Las obras de construcción del edificio multifuncional de Can Ramis, en Alcúdia, permanecían ayer paradas a la espera de conocer el contenido del informe técnico que elaborará sobre el derrumbe el director de la obra. Al respecto, el alcalde del municipio, Miquel Ferrer, explicó que «no seguiremos adelante hasta tener todas las garantías». Cabe recordar que el futuro edificio multifuncional, donde se ubicará la parada de autobuses y taxis, entre otros servicios, es de titularidad municipal.
Por su parte, la Guardia Civil también sigue adelante con la investigación y ha tomado declaración a responsables de la obra para esclarecer las causas del siniestro. Una parte del forjado del techo se vino abajo cuando se había empezado a hormigonar y cinco trabajadores resultaron heridos.
Tras entrevistarse con responsables de la obra se refuerza la hipótesis de que el derrumbe se debió a un fallo en el apuntalamiento del encofrado. Uno de los puntales pudo ceder y provocó un efectó dominó.
Los tres heridos que fueron hospitalizados se mejoraban ayer de las lesiones. Dos marroquíes de entre 20 y 30 años que fueron trasladados inicialmente a Muro fueron derivados a la Mutua Balear. Uno tenía un brazo roto y otro dos costillas fracturadas. El operario de 54 años que sufrió un golpe en la cabeza permanecía ingresado en Son Dureta a la espera de ser operado.
Por otro lado, la portavoz del PP en Balears, Antònia Estarellas, pidió ayer que el fiscal de seguridad laboral investigue el derrumbe «con la misma diligencia y celeridad espectacular» que con obras impulsadas la pasada legislatura por los 'populares'. Estarellas apuntó al Govern balear como administración supervisora. «Se trata -dijo- del segundo accidente en poco tiempo con connotaciones políticas», en referencia al derrumbe de una obra privada en el hotel Son Moll de Cala Rajada.