El martes por la noche, a las 22.30 horas, los agentes arrestaron a tres personas que estaban cargando productos alimenticios que habían sido desechados porque caducaban en unos días y debían ser recogidos por Emaya.
El miércoles por la noche se montó un nuevo dispositivo de vigilancia para ver si acudían personas a este almacén, ya que se tiene constancia de que hay un mercado negro de estos productos.
Habitualmente, cuando el supermercado cierra, los productos perecederos que están a punto de caducar son depositados en un almacén anexo al establecimiento para que sean retirados antes de la medianoche por el servicio de recogida de basuras. Por tanto, los ladrones deben actuar, aproximadamente, entre las 21.30 y las 23.30 horas para encontrar género.
El miércoles por la noche los agentes del GAP se colocaron en la calle Ametler. Sobre las 22.20 horas, un turismo que circulaba a poca velocidad se paró frente al almacén del 'súper' de la calle Aragón. Un hombre, una mujer y una niña de nueve años se bajaron del vehículo y se dirigieron hacia la puerta. La niña se paró unos metros antes, el hombre abrió la puerta del almacén con un juego de llaves y después se las entregó a la niña, la cual se dirigió de nuevo hacia el vehículo. La mujer entró en el almacén, mientras el hombre vigilaba en el exterior.
Intervención
En ese momento los agentes del GAP decidieron intervenir ya que habían sorprendido a los ladrones 'in fraganti'. Uno de los agentes paró a la niña y le cogió las llaves, y otros efectivos del GAP detuvieron al hombre y a la mujer, identificados como Abraham V.M, de 30 años, y Sefora A.M, de 31, que resultaron ser pareja, mientras que la niña es hija de ambos.
Después de abrir la puerta, el hombre le había entregado las llaves a la pequeña para que no se las encontrasen a él si era registrado por la policía, y así poder decir que habían entrado en el almacén porque habían encontrado la puerta abierta.
La pareja fue detenida y trasladada a las dependencias de Sant Ferran mientras que la niña fue entregada a sus abuelos.
Sefora A.M. fue sorprendida en el interior del almacén introduciendo varias bandejas de carne en una bolsa. En el maletero del coche, los agentes encontraron varias bolsas más con diversos productos, como cítricos y hortalizas.
Este género había sido sustraído, supuestamente, de los almacenes de otros supermercados e iba a ser revendido. El juego de llaves intervenido a la pareja también servía para abrir otros dos almacenes en las calles Aragón 42 y Médico José Darder. Los ladrones arrestados el martes por la noche también tenían las llaves. Las pesquisas se centran ahora en saber cómo llegaron las copias de las llaves de los almacenes a manos de los detenidos.