Desde principios del mes de enero hasta la fecha, los agentes de la Guardia Civil del destacamento de Santanyí habían tramitado más de 15 denuncias en referencia a robos con fuerza en distintos chalets.
Los asaltos se venían produciendo en domicilios situados en diferentes zonas de la comarca, tales como Cala Egos, Portopetro y Cala D'Or, término municipal de Santanyí, sustrayendo del interior de las viviendas televisiones de plasma y LCD, con la consiguiente alarma social en la zona afectada, entre los vecinos.
Los investigadores del caso montaron un amplio dispositivo de vigilancia de las zonas afectadas para la localización de los presuntos autores.
En una operación conjunta entre Guardia Civil de Santanyí y la Policía Local del municipio se logró identificar a varios sospechosos en el marco de la 'operación Plasma'.
Según las fuerzas del orden intervinientes, el modus operandi utilizado por los presuntos autores era a través de caminos y senderos, que dan al mar, caminando por las rocas accedían a la parte trasera de los chalets, forzaban las ventanas de las vivienda elegidas para cometer los robos y accediendo al interior, sustrayendo los televisiones, todos ellos de gama alta.
El operativo dio como resultado la detención, entre el jueves y viernes, de dos personas, una de ellas menor de edad, como presuntos autores de delitos de robo con fuerza y siete personas más acusadas de delitos de receptación.
La Benemérita también ha recuperado un total de doce televisiores, ascendiendo su valor aproximadamente a unos 14.000 euros, procediéndose a la devolución a sus legítimos propietarios.
Las investigaciones aún no han culminado y no se descartan en un corto espacio de tiempo nuevas detenciones.
Por otra parte, en Inca se procedió a la detención de un ciudadano argentino, Jonathan Abel G., de 23 años de edad, como presunto autor de un delito de robo con violencia en un locutorio, hecho ocurrido el pasado día 11 de diciembre.
El presunto autor y otro varón entraron, armados con un objeto cortante y con las cabezas cubiertas con pasamontañas, apoderándose de 5.000 euros en metálico, tarjetas prepago y un teléfono móvil de una de las dos dependientas a las que agredieron.