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Atrincherada

Hasta una decena de policías participa en la detención de una conductora que se atrincheró en su coche de madrugada en Palma

Mientras la señora es trasladada al furgón policial se preocupa por su perro, que queda custodiado por los agentes. La mujer no se resistió a ser esposada. Foto: VASIL

JAVIER JIMÉNEZ
«Hay una conductora que hace eses en Capitán Salom a la altura del número 54, vamos a interceptarla». A las dos y media de la madrugada Palma es una ciudad dormida. Y fría.

Los agentes de la Policía Local indican a un Renault Clío que se pare en el arcén, para identificarla. Tienen sospechas de que se encuentra bajo los efectos del alcohol, y tienen la intención de someterla a la prueba de alcoholemia.

Al volante se encuentra una señora de mediana edad, de aspecto normal, que hace caso a las primeras indicaciones de los agentes y se desvía al carril derecho, donde estaciona correctamente. Un policía se le acerca y le pide que saque las llaves del contacto y que se apee del turismo. Es entonces cuando la conductora adopta una actitud de lo más extraña: se cierra con el seguro por dentro y pone la música a tope. En concreto a Bon Jovi.

Van llegando más funcionarios de apoyo y cierran al Clío por delante y por detrás, en previsión de que la conductora realice una maniobra brusca e intente darse a la fuga.

Está rodeada, sin escapatoria posible, pero se niega a abrir la puerta. Desde dentro, con la música que llega atronadora al exterior, indica a los funcionarios que no les entiende. «Por mucho que se haga la sorda al final tendremos que romperle el cristal del coche y será peor», le advierte uno de los uniformados, perdiendo la paciencia.

«Es mi casa, no podéis entrar», les replica la mujer. Ha cambiado de asiento y se ha acomodado en el del copiloto. Ha pasado media hora y una decena de agentes han pasado ya por Capitán Salom, interesándose por el caso. Al final, el oficial da la autorización y con un golpe seco el cristal se desintegra. La ocupante está perdida. Es detenida y aún pregunta por su perro, que ha permanecido tranquilamente durante todo el enroque de la conductora. La esposan con las manos a la espalda y la introducen en el furgón. Sigue llegando Bon Jovi, a lo lejos. ¿It's my Life, quizás?

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