A primera hora de la mañana de ayer, un gran número de personas reinició la búsqueda de Miguel Àngel Fornés, el vecino de Peguera, de 45 años de edad, que se encontraba desaparecido desde el pasado viernes. El dispositivo estaba formado, entre otros, por agentes de las policías locales de Calvià y Andratx, guardias civiles, voluntarios de Protección Civil, bomberos y familiares y amigos del desaparecido. La búsqueda, al igual que el sábado, se inició en diversos puntos tanto de Calvià como de Andratx, como por ejemplo Santa Ponça, Cala Fornells, es Camp de Mar, Peguera o es Capdellà.
No obstante, minutos después de las diez de la mañana de ayer, se evaporaban las esperanzas de encontrar con vida a Miguel Àngel, ya que un policía y un voluntario de Protección Civil que participaban en la búsqueda encontraron el cadáver, en una zona boscosa de la Romana, a poca distancia de la depuradora de Santa Ponça.
El cuerpo fue hallado tumbado a pocos metros de un sendero y presentaba una herida de arma blanca en la zona abdominal. Por ello, la zona fue acordonada y la Policía Judicial de la Guardia Civil inició una investigación para esclarecer las causas de la muerte del vecino de Peguera, que era conocido en este núcleo, ya que vivía allí y regentaba un supermercado.
También se informó del hallazgo del cadáver al juzgado de guardia de Palma. La juez se desplazó al lugar acompañada por una secretaria y el forense.
Junto al cuerpo de Miguel Àngel se halló un cuchillo con restos de sangre. Los investigadores de la Guardia Civil realizaron una inspección ocular y un reportaje fotográfico del lugar e intervinieron el cuchillo. Tras un primer examen se determinó que Miguel Àngel falleció poco después de desaparecer y, en principio, se descarta la implicación de terceras personas en la muerte, al no haber indicios que apunten a ello, y se baraja la hipótesis de un suicidio, aunque se está a la espera de los resultados de la autopsia para obtener más datos que ayuden a resolver el caso.