Hotel en reformas, derrumbe de un anexo, víctimas mortales y controversia respecto a la legalidad de las obras. La tragedia en el hotel Son Moll guarda muchas similitudes con el siniestro registrado en el hotel Tívoli, a principios de 2001, donde murieron dos trabajadores y otros cuatro resultaron heridos.
Desde el accidente del Tívoli no se había registrado ningún accidente laboral en el sector de la construcción tan grave, en cuanto al número de víctimas mortales se refiere, en Mallorca. Desgraciadamente, casi ocho años después, la historia se repite, pero con consecuencias más trágicas.
El Tívoli se tenía que reconvertir en un hotel de dos estrellas con 105 plazas, y a los dos años se tenía pensado aumentar su categoría. Desde el derrumbe, el edificio sigue en ruinas y a medida que pasa el tiempo aparecen más grafitis en sus paredes.
El hotel Son Moll iba a abrir en junio, después de estar seis meses en reformas. También se preveía aumentar la categoría del establecimiento, de tres a cuatro estrellas. Ahora, el edificio está precintado y su futuro en el aire.