El asalto fue al estilo de 'Misión Imposible', con ladrones de joyas desprendiéndose por la claraboya con cuerdas. La resolución del caso, en cambio, ha sido más real. La Policía Judicial de la Guardia Civil, tras meses de investigación, ha aclarado el cinematográfico asalto a la joyería Miró del centro Alcampo, y ha detenido a dos sospechosos.
El robo se produjo el pasado día 9 de agosto y los delincuentes habían planificado perfectamente cada paso. Accedieron al tejado de Alcampo de madrugada y tuvieron varias horas para ejecutar el golpe. Sólo un vigilante nocturno cubría una superficie de 20.000 metros cuadrados y la alarma, además, no saltó. Los ladrones abrieron un agujero en una claraboya y se descolgaron con unas cuerdas al interior del recinto comercial.
Se dirigieron a la joyería Miró, que está en la galería central de la gran superficie, y rociaron las vidrieras con salfumán. A continuación esgrimieron un pico y fracturaron los cristales de seguridad. En pocos segundos se apoderaron de relojes y joyas de las primeras marcas. Antes de huir tuvieron tiempo de visitar otros dos locales: la tintorería '5à Sec' y la tienda de ropa 'Andro'.
El robo fue descubierto horas después y cuando la Guardia Civil puso en marcha el dispositivo de búsqueda de los delincuentes, ya era tarde. Las cámaras de seguridad no aportaron mucha información y la Policía Judicial, durante la inspección ocular en la joyería, halló unas manchas de sangre de los hampones. Uno de ellos, o quizás varios, se habían cortado con los cristales fracturados de los escaparates.
El Grupo de Patrimonio ha invertido muchas horas y mucho personal en aclarar el asalto millonario y ya han sido detenidos dos implicados, a los que les han recuperado efectos de la joyería. Otras piezas fueron vendidas a receptadores y su localización será compleja.
En cualquier caso, la investigación policial sigue abierta y no se descartan nuevas detenciones. En los últimos años se han registrado algunos robos sonados en joyerías de Mallorca, como el de Portals o Port d'Andratx, pero el de Alcampo fue uno de los más sonados por la espectacularidad con que se llevó a cabo.
La Benemérita tiene la certeza de que los ladrones visitaron en varias ocasiones el local, haciéndose pasar por clientes. También sometieron a vigilancia el complejo comercial, para conocer detalles sobre la seguridad en el recinto y la ubicación de las cámaras.
No se ha podido concretar cuánto tiempo invirtieron en el golpe, pero todo apunta a que fueron unos pocos minutos, lo que supuso un esfuerzo de planificación considerable. Una de las incógnitas era desvelar cómo volvieron a trepar hasta la claraboya, pero casi con toda seguridad utilizaron la misma cuerda con la que se habían descolgado desde el techo.