El magnate escocés y residente en Esporles, Michael Brown, pudo financiar a un partido británico con el capital presuntamente robado al ex presidente del Manchester united Martin Edwards.
El juicio ha arrancado esta semana en Londres, y se está celebrando a pesar de la ausencia del procesado, fugado de la justicia desde el pasado mes de agosto.
Según las declaraciones efectuadas durante la vista oral, Brown presuntamente embaucó al ex presidente del club inglés de fútbol en el año 2005 para que éste le entregara unos doce millones de dólares, que debían ir dirigidos a un lucrativo negocio.
El fiscal que acusa a Michael Brown de blanqueo de capitales, estafa y robo, llegó a manifestar durante el juicio que el procesado se hacía pasar por un hombre multimillonario e influyente para engañar a sus víctimas.
Para ello, Brown efectuaba importantes donaciones al mencionado partido, todo para dar apariencia de ser un magnate con gran solvencia económica.
El supuesto estafado, Martin Edwards, declaró ayer en el juicio que el dinero que dio al escocés residente en Mallorca, únicamente debía ser usado en negocios internacionales.
Durante el juicio se pudo escuchar como testigos declararon que Brown solicitaba a magnates británicos que les entregara importantes sumas de dinero, que él se encargaría de duplicar.
En el procesamiento también ha salido a relucir el patrimonio de Michael Brown, donde destacan un todoterreno Range Rover con chófer incluido, un jet privado cuyo valor asciende a los cuatro millones de dólares, un yate, y un chalet en Esporles, repleto en su interior, de lujosos sistemas de audio, así como valoradísimas obras de arte.
El fiscal dijo que Brown vivía a lo grande, lujosamente, y siempre con dinero de sus inversores. Su empadronamiento en Esporles fue determinante para su imputación, ya que en el Reino Unido no se puede financiar a partidos políticos sin estar registrado en el censo.