La gabarra Adricristuy volvió ayer a navegar, aunque arrastrada por tres remolcadores. La draga, que embarrancó en las rocas de Peguera durante el temporal de la semana pasada, llegó a primera hora de la tarde al Dique del Oeste de Palma, donde continuarán las reparaciones. La operación de rescate de la nave ha costado 200.000 euros.
El jueves ya se intentó la operación, pero no había remolcadores suficientes y se pospuso hasta ayer. Por la mañana los remolcadores José Miguel, de 200 caballos de potencia, y Divekhal, de 800 caballos, apoyados por la embarcación de arrastre Mar Blandi, de 600, colocaron tres cabos por popa y comenzaron a mover la draga. Previamente se había llenado de agua los tanques interiores, para evitar que se moviera y volcara sobre las rocas de La Romana.
El operativo de rescate fue presenciado por numerosos veraneantes, vecinos y curiosos, ya que el Adricristuy se había convertido en una especie de atracción turística en la zona. Un buzo supervisó que el casco no se agujereara durante la maniobra y al final, tras muchos esfuerzos, la draga volvió de nuevo al mar, navegando escoltada por los remolcadores, que pusieron rumbo al Dique del Oeste, en Palma.
La nave, que tiene doble casco y fue botada hace treinta años, ha sufrido daños considerables. Trabajaba en la ampliación de puerto Adriano y el temporal la sorprendió en aguas de La Romana. El oleaje la arrojó contra la costa y parte del casco quedó subido sobre las rocas. Los equipos de emergencia variaron los tanques de combustible para evitar un vertido en aquellas aguas.