Como un jarro de agua fría. Así ha caído la noticia en el seno de la Policía Local tras conocerse la decisión del juez de dejar en libertad con cargos a los dos supuestos pirómanos de incendiar varios vehículos en Palma.
Los acusados, Luis S.A., y Bernardo L.M., quedaron en libertad tras comunicarle su letrado la decisión judicial tomada.
Los detenidos declararon ante el juez que ellos se encontraban en el parque bebiendo una botella de Whisky, cuando se percataron de que un coche estaba prendiendo en llamas, salieron corriendo para apagarlo y cuando estaban junto al mismo llegó la policía y los detuvo injustamente.
Esta declaración difiere mucho de la versión facilitada por los investigadores del caso, quienes relataron que: « Sobre las 1:05 horas, el agente se encontraba de vigilancia por la calle Eucaliptus, en una zona poco iluminada, y observó a uno de los sospechosos, Luis, caminando. Tras un prolongado seguimiento, se reunió en un parking situado frente a las viviendas de la barriada del Rafal Nou, perdiéndoles de vista entre los vehículos allí estacionados. Pasados unos minutos, se localiza al llamado Bernardo, totalmente tumbado sobre la calzada, y al llamado Luis, en cuclillas junto a su compañero. El agente solicitó refuerzos, al encontrarse justo en el otro lado de donde se encontraban los dos varones y oler a humo. En ese momento el agente observa fuego debajo de un vehículo de la marca Tata, concretamente en la rueda derecha, y el llamado Bernardo, el cual seguía tumbado en el suelo e introduciendo lo que parecía papeles y plásticos debajo del vehículo, con la intención de avivar el fuego. Tras la detención, uno de los sospechosos se resistió levemente», finaliza la declaración policial.
Una vez conocida la resolución, algunos agentes consultados, que prefieren mantener su anonimato por miedo a represalias afirmaron: «Luego les extraña a la gente que quemen cientos de coches en Palma, y cuando pillamos a unos pirómanos con las manos en la masa, los dejan libre.