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«Vivimos en un polvorín de sentimientos»

Los 564 voluntarios de Spanair que ayudan a las familias afectadas por el accidente están coordinados por la mallorquina Catalina Alorda 4El voluntario José Ortiz destaca el cariño con que son tratados y el duro trabajo psicológico de su labor

Sala en el hotel Auditórium de Madrid donde los voluntarios de Spanair coordinan todas las labores de ayuda a las familias afectadas por el trágico accidente aéreo del pasado día 20.

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Desde el primer momento que se supo del trágico accidente del vuelo JK 5022, en la sede central de la compañía en Palma se pusieron en marcha los planes de emergencia específicos para este tipo de siniestros, el Special Assistant Team (SAT), Media Team y el Emergency Response Center. Todos los voluntarios de la compañía para esta operativa, en torno a unos 600, recibieron un mensaje telefónico para estar preparados, unos 200 de ellos de Palma recibieron la orden de partir a Madrid para atender a las familias afectadas por el siniestro.

La coordinadora responsable de este operativo ha sido la mallorquina Catalina Alorda, quien ayer desde el centro de control habilitado en el hotel Auditórium de Madrid, resaltaba el trabajo de todos los voluntarios, el cariño con que son recibidos por las familias y el drama psicológico que se vive. «Todos los voluntarios están preparados para ello, pese a que ha sido en esta ocasión la primera vez que se enfrentan a un hecho de estas características, puesto que en 20 años en Spanair nunca habíamos tenido un accidente con víctimas».

Alorda tiene bajo su mando a 564 voluntarios de todas las bases de Spanair. «Estoy muy orgullosa del trabajo que están realizando y de todo el equipo de emergencias que está asistiendo a las familias. El trabajo es muy duro, porque se trata de voluntarios que se ofrecen a ayudar a las familias, pese al duro trance que tienen que pasar, lo cual es más que loable y dice mucho a su favor. Todos ellos están preparados psicológicamente para afrontar esta situación», apunta.

Uno de estos voluntarios es José David Ortiz, que trabaja en la base de Palma, quien ayer afirmaba: «Vivimos en un polvorín de sentimientos y las emociones están a flor de piel».

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