Tras finalizar ayer tarde la cita, los familiares se reunieron en el mismo hotel para constituirse como asociación. En cuanto al resultado de las conversaciones mantenidas con representantes de Spanair, algunos familiares manifestaron a la salida que se seguían mostrando decepcionados. Por otra parte Ismael Rodríguez, conocido del concejal de San Bartolomé de Tirajana que murió en el accidente junto con su familia, dijo ayer que los allegados de las víctimas se van a constituir en una asociación para hacer un seguimiento de lo ocurrido y para que «no nos engañen cuando nos dispersemos».
A lo largo de la tarde de ayer era patente que el malestar iba creciendo entre los familiares de las víctimas, ante lo que consideran una falta de información oficial por un lado, y por parte de Spanair por parte de algunos familiares.
Así se expresaba ayer tarde un familiar: «Decidlo, por favor. Lo que están diciendo ahí es mentira. Tengo a mis dos hijos y a mi nieto esperando. Nos están engañando, no quiero políticos a mi lado, quiero soluciones, que creo que es lo mejor, ¿no?».
Por otra parte, familiares de las 153 víctimas temen que se produzcan errores con las identificaciones de los restos de sus seres queridos, como ya ocurrió hace unos años tras el accidente del Yak-42.
El tema de las identificaciones y la recuperación de los cadáveres por parte de las familias para que puedan enterrarlos es uno de los más candentes. Uno de ellos, que prefirió no dar su nombre, indicó que desean que «el proceso se haga con toda la seguridad pertinente», pero «hay un miedo que subyace, y es que se repita lo que pasó con el Yak-42».
En el terreno judicial, el titular del Juzgado de Instrucción número 11 de Madrid, Javier Pérez, que se encargará del caso en exclusiva, ha pedido informes a la Guardia Civil, la Policía Judicial y a los técnicos de AENA y de la comisión de investigación del siniestro. Además, el juzgado se reforzará al máximo y se establecerá un juzgado de apoyo. Así lo han informado fuentes jurídicas, que han señalado que en el juzgado no se había recibido ayer ningún informe técnico y han advertido de que la instrucción de las causas relacionadas con accidentes aéreos es «larguísima» debido a su complejidad técnica.
Por su parte, uno de los fiscales encargados de la investigación, ha declarado su deseo de que «en el plazo de un mes» se conozcan las causas que provocaron el trágico accidente.
M.J.-AGENCIAS
El Sindicato Español de Líneas Aéreas (SEPLA) ha venido denunciando antes de la catástrofe aérea del pasado miércoles el «caos organizativo» en que a su juicio estaba inmersa la compañía Spanair. Por ejemplo, en un comunicado emitido pocas horas antes del accidente, el sindicato de pilotos acusaba a la dirección de la aerolínea de provocar «continuas presiones y amenazas para que los tripulantes y el personal de mantenimiento transgredan las normas, incluyendo vulneración de límites de actividad, violación del régimen de días libres y vacaciones, de los convenios colectivos y de la legislación vigente».
Pese a esta comunicación, el presidente del SEPLA y piloto de Spanair, Jose María Vázquez, desvinculó totalmente el accidente de los problemas laborales en la compañía. Vázquez remarcó que Spanair «no tiene un problema de liquidez y no se han aplicado recortes económicos en nada, ni en mantenimiento ni otra cosa».
El presidente del SEPLA afirmó además que los pilotos son muy sensibles a los temas de seguridad y enseguida utilizan todos los recursos que tienen a su disposición para reclamar sus derechos, hasta amenazar con una huelga general.
En todo caso y como se recordará, el propio SEPLA amenazó a finales del mes pasado con movilizaciones a nivel de todas las aerolíneas para protestar con la nueva norma que regula el tiempo de trabajo de los pilotos y tripulaciones de los aviones. En ese momento, el SEPLA afirmó que la norma aprobada por el Ministerio de Fomento «el proceso de implementación podría conducirnos a una de las regulaciones más permisivas de Europa, al debilitar la seguridad de pasajeros, tripulación de cabina y los pilotos».