Eric A., un joven de 23 años, reconoció ayer ante un tribunal haber hecho de 'correo', desembarcando en el puerto de Palma con cinco kilos de heroína el 23 de junio del año 2007.
Tal reconocimiento supondrá al procesado cumplir la pena de nueve años de prisión, el pago de un millón de euros, y sufrir el decomiso del vehículo marca Volvo por el cual pensaba introducir la droga en la Isla.
El juicio se celebró ayer en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Palma, donde el acusado acudió esposado y custodiado por agentes del Cuerpo Nacional de Policía (CNP).
La vista inició con la declaración del joven acusado, que reconoció haber desembarcado en Palma con su coche, portando en su interior ocho paquetes de diferentes tamaños y envueltos con cinta adhesiva, los cuales contenían cinco kilos de una sustancia que resultó ser heroína.
Según el procesado, éste era el primer desembarco de droga que realizaba, «y lo hacía a cambio de droga para mi consumo propio, porque en esa época estaba enganchado», declaró.
El Ministerio Fiscal le preguntó en repetidas ocasiones, quién le había suministrado la mercancía así como quién era el destinatario, pero el procesado declaró: «No quiero poner en peligro a terceras personas».
La acusación también le preguntó a Eric A., si conocía a un hombre que también había desembarcado en Palma con droga meses antes que él y con el mismo coche Volvo. Ante esta cuestión el procesado dijo que «no sabía nada de ese hombre».
Finalizada la declaración del joven, la presidenta de la sala dio la palabra a los tres miembros del CNP que habían llevado a cabo las investigaciones y arresto de Eric A., el año pasado.
Los agentes relataron al detalle que durante las semanas previas a la detención del ayer procesado, habían estado realizando diversos seguimientos a un vehículo marca Volvo que al parecer se venía utilizando para la venta de droga a terceros.
El día 23 de junio la policía intervino el citado coche desembarcando en el Port de Palma en un buque procedente de Barcelona. Cuando los agentes procedieron al cacheo de su conductor, Eric A., encontraron ocultos en un habitáculo situado detrás de la guantera, los ocho paquetes que contenían la heroína y unos utensilios destinados a su posterior comercialización.