Un hombre que amenazaba con quemarse a lo bonzo en una vivienda ubicada en el puerto de Maó provocó que los efectivos del Cuerpo Nacional de Policía cerraran durante horas el paso a transeúntes y vehículos a esta zona de la ciudad. Mientras vertía la amenaza, el hombre sostenía en una mano una botella de gasolina. Ayer el incidente se resolvió de manera satisfactoria y el hombre, que tiene 42 años y es natural de Maó, fue trasladado a un centro médico para ser asistido por un psiquiatra. Los hechos se iniciaron la noche del pasado viernes, sobre la medianoche, cuando el hombre amenazó gritando de que iba a quemarse a lo bonzo en un inmueble deshabitado, que está situado en la zona de Sa Colàrsega, al final del puerto. El demente decía que lo haría porque había sido víctima de unas amenazas por parte de la policía. En pocos minutos llegaron a la zona varios vehículos de la Policía Local, Cuerpo Nacional de Policía y bomberos. También se desplazó una psicóloga. La zona quedó acordonada por motivos de seguridad, lo que hizo que las calles de acceso quedaran cerradas al tráfico rodado.
Tras horas de negociación, ayer por la mañana el hombre se entregó sin causar daños. El incidente se dio por finalizado sobre la una de la tarde y el hombre fue trasladado al centro médico para ser examinado.