A principio de 2006 comenzó a gestarse en Mallorca el principio del fin de la 'Tamboskaya', la poderosa mafia rusa originaria de San Petersburgo. Años antes, a finales de la década de los 90, hubo un intento de aproximación cuando la Guardia Civil llevó a cabo en la Isla la llamada «operación Venus». Se detuvo a una veintena de personas acusadas de pertenecer a una red de proxenetismo que operaba desde Rusia y una mujer, Svetlana, fue considerada la cabecilla.
Dicen que Svetlana estaba relacionada con Gennadios Petrov, pero oficialmente esta relación simplemente no existía. O sea, que nada. Pocos años después policías de la Jefatura de Palma iniciaron una investigación sobre Petrov, pero el asunto se zanjó pronto. Fue en el 2006 cuando un responsable del Servicio de Vigilancia Aduanera de Palma se puso en contacto con el fiscal Juan Carrau y le entregó un dossier sobre presuntas actividades ilegales de Petrov. Tras estudiar la documentación el fiscal la encontró muy importante, y se puso en contacto con su superior, el Fiscal Anticorrupción del Estado. A partir de ahí se profundizó en la investigación, entrando en acción expertos de la Guardia Civil y unidades de otros organismos. Así estaban las cosas, cuando a finales de 2007 el Cuerpo Nacional de Policía llegó también a fuertes sospechas sobre las actividades de la 'Tamboskaya' en España, y se formuló una denuncia en la Audiencia Nacional, que llegó a manos de Baltasar Garzón. Cuando poco tiempo después el juez supo que el mismo entramado mafioso estaba ya siendo investigado, se unificaron las actuaciones bajo su mando, y se amplió la cifra de expertos para trabajar en el asunto. Hace de esto unos ocho meses.
Ocho meses en los que se han 'pinchado' decenas de teléfonos, se han efectuado seguimientos, rastreado cuentas bancarias... Cuentan que se ha tratado de una de las investigaciones efectuadas en España que ha contado con un mayor número de efectivos y de medios. A medida que se iba avanzando aparecían nuevos datos que hablaban de la importancia de la red.
Los miembros de la 'Tamboskaya' celebran cada año lo que llaman el día del jefe y, ese día, todos los responsables del grupo llamaron a Petrov para rendirle pleitesía. Otro dato, ése más escalofriante, fue el del seguimiento que se hizo a un miembro de la red, que fue asesinado en el sur de Francia. En cuanto al entramado financiero se fueron sacando empresas, que eran utilizadas como 'pantallas' para blanquear dinero. El capital provenía de una amplia gama de negocios e inversiones, unas legales y otras ilegales, que la red controla en Rusia. Para el blanqueo se utilizaban empresas cuyas sedes se ubicaban en distintas ciudades del planeta. En Palma, por ejemplo, el centro de operaciones estaba en 'Inmobiliaria Balear 2001 SL', en la calle Aragón de Palma, donde se intervinieron en el registro efectuado el pasado viernes otras sociedades, como 'Inversiones Gudimar SL'. A raíz de las escuchas se ha sabido que la mafia tenía a sueldo a personajes de su país, unos ocupando importantes cargos en política y otros relacionados con la Administración de Justicia.