JULIO BASTIDA
El temporal de agua que azotó la Isla causó algunos estragos en diferentes localidades, diversos accidentes circulatorios y algunas colisiones leves.
La nota más significativa en cuanto actuaciones de los servicios de emergencia se produjo en la calle Camilo José Cela de Palma, donde el hostal Pinar se vio en la necesidad de desalojar un total de nueve habitaciones y siete personas de su interior al producirse una inundación de más de un metro de altura.
Los hechos se produjeron alrededor de las seis y media de la madrugada del domingo al lunes cuando saltaron las primeras voces de alarma. Al parecer, por debajo del hostal Pinar pasa el cauce de un torrente subterráneo que se vio obstruido y reventó uno de los tubos por los que circula el caudal. La fuerza de agua fue de tal magnitud que destrozó por completo uno de los muros de protección inundando en cuestión de segundos parte del establecimiento.
Los responsables estuvieron trabajando a destajo durante toda la jornada para reparar los daños y, muy preocupados, comentaron: «El agua ha hecho un desastre, nos destrozó nueve habitaciones de las 25 que tenemos y ha echado a perder mucho género». Los bomberos y personal de emergencia también acudieron al hostal para achicar el agua.
Por otra parte, en la carretera de s'Aranjassa a la altura del Camí de sa Siquia, un Peugeot 106, con dos ocupantes en su interior debido a la lluvia rompió una barrera quedando volcado el vehículo en un desnivel de 2 metros y tuvieron que ser rescatados por la Unidad de Intervención Inmediata de la Policía Local de Palma.
En Peguera, el agua provocó un derribo de 20 metros de calzada y varios pinos de la calle Romaní.