Naciones Unidas estima que al menos 1'5 millones de personas en Birmania se han visto «seriamente afectadas» por el ciclón Nargis, según indicó ayer el jefe de Asuntos Humanitarios, John Holmes, quien dijo estar «decepcionado» con la falta de progresos por parte de la ONU para conseguir introducir de ayuda.
En este sentido, indicó que el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, está hablando directamente con el máximo dirigente de la Junta militar, el general Than Shwe, para persuadirle de que levante los obstáculos que impiden la llegada de ayuda y cooperantes.
Por otra parte a medida de que se conocen más datos de la catástrofe, comienzan a salir a la luz historias humanas que constatan la gran magnitud de la tragedia, como es el caso de Than Win, una mujer de 41 años que tras perder a siete de sus diez hijos como consecuencia del paso del ciclón Nargis por su ciudad, Bogalay, una de las más afectadas por esta tormenta, dio a luz ayer a su undécimo hijo en medio de la muerte y la destrucción en la que está sumido el delta de Irrawaddy, en el sur de Birmania.
«Después de todo lo que ha sucedido, éste es un regalo hermoso», declaró Win recostada sobre una mesa de madera en una de las pocas casas que siguen en pie después del paso del paso del devastador ciclón.
«Estoy feliz porque el niño haya sobrevivido», declaró mientras le daba el pecho al pequeño, cuyo nombre es Chit Oo Mg "o 'Primer amor'". Win y su hijo son dos de las personas que más suerte han tenido ya que la cifra de muertos en Bogalay, en el centro del delta Irrawaddy, asciende a cerca de 10.000.
Además, la ONG ha informado que aproximadamente el 40 por ciento de los de los muertos o desparecidos en Myanmar tras el paso del ciclón Nargis el pasado fin de semana son niños, aunque los desplazados de la ONG al lugar temen que las cifras sean mayores a las ofrecidas por las autoridades.