JULIO BASTIDA- JAVIER JIMÉNEZ
Los tres jóvenes de 17 años acusados de violar a una adolescente de 13 años en la localidad de Campos el pasado domingo día 6 se enfrentan a una petición de medidas de internamiento en régimen cerrado que podrían alcanzar la suma de 24 años.
La Ley del Menor establece que cuando el delito tipificado en el artículo 179 consistente en una violación grave fuese cometido por un menor cuya edad comprenda los dieciséis o diecisiete años de edad, el juez deberá imponer una medida de internamiento en régimen cerrado de uno a ocho años de duración, complementada en su caso por otra de libertad vigilada con asistencia educativa de hasta cinco años más.
Fuentes próximas a la instrucción del caso consultadas por Ultima Hora confirman que la implicación de los menores acusados, con algunas diferencias entre ellos, están muy claras y son evidentes. Los presuntos violadores, que se encuentran internados en es Pinaret desde el día después de su detención, son tres jóvenes deportistas muy conocidos en el pueblo y que gozan de gran popularidad entre la juventud de Campos. Se da la circunstancia que los tres chicos imputados son jugadores de fútbol, concretamente del equipo juvenil de primera regional. Algunos compañeros del instituto y del equipo de fútbol de los acusados habían previsto realizar una manifestación ilegal para el próximo sábado, frente al Ajuntament de Campos. El alcalde del municipio, Guillem Ginard, por su parte afirmo: «No tengo ninguna información de que se quiera montar una manifestación en el pueblo. Es la primera noticia que recibo». Por otra parte, la Policía Local tampoco tenía constancia de ninguna movilización ciudadana. Antonio Jimenez, presidente del CF.Campos añadió: «Los tres chicos son jugadores nuestros y son muy buena gente. No nos podemos creer lo que nos dicen que hicieron. El viernes estuvimos de cena con el equipo y resultó muy fuerte ver que ellos no estaban. Como presidente del club en referencia a la manifestación debo decir que el Campos no apoya ni fomentará ninguna manifestación ilegal».
Con respecto a la investigación, dos de los tres acusados reconocieron haber «sujetado» a la víctima, que además recibió dos sms en su teléfono móvil en los que la amenazaban de muerte para que no denunciara la violación.